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EL TERCER ASCENSO EN ABARÁN Y LA GESTIÓN DE UN GRAN EQUIPO

 

Portada de la edición deportiva especial con motivo del ascenso de la Unión Deportiva Las Palmas a la Primera División, en la temporada 1963-64, al cuidado de Salvador Cambreleng de la Rosa con recopilaciones, textos y degramación de Juan Maria Arrabal.

 

ENTRENAMIENTO DE PRETEMPORADA CON VARIAS AUSENCIAS DE JUGADORES

De izquierda a derecha, de pie: Ulacia, Aparicio, Petoño, Godoy, José Ángel, Germán, Correa, Guedes, Óscar, Oregui, Colina, Ardura, Nelli y Dauder. De rodillas: Marroquí, Mujica, Carlucho, Molina, Santa María, Tonono, Juan Luis, Vegazo, Samblás, Gilberto, José Luis y Erasto.
De izquierda a derecha: Dauder, Godoy, Petoño, Colina, Óscar y José Ángel. De rodillas: Marroquí, Mujica, José Luis, Molina y Carlucho.

 

Ficha Federativa de Vicente Dauder Guardiola. Temporada 1963/64.

EXCELENTE DEBUT DE VICENTE DAUDER EN EL COLOMBINO DE HUELVA

QUE FINALIZARÍA CON EL ASCENSO DE ABARÁN.

REACCIÓN INESPERADA DE LA AFICIÓN EN EL ÚLTIMO ENCUENTRO ANTE EL MESTALLA.

 

Debut en el Colombino de Huelva de los canteranos Óscar y José Ángel. 

Gran victoria en el primer partido de Liga, superioridad del equipo amarillo que mereció un tanteo mayor.

El único gol del encuentro fue marcado por el palmero José Ángel (59´).

Nos sorprendió gratamente nuestro equipo en el primer partido de la competición liguera 1963-64, demostrando grandes virtudes técnicas.

En el afianzamiento de la cantera, Vicente Dauder que había sustituido a Rosendo Hernández seguiría dando continuidad a los nuevos valores:

Óscar, José Ángel, José Luis, Paco Castellano, Lolín, Manolo, Martín I, Godoy, Niz, Vicente, Tony y Pepe Juan.

 

 

Óscar y José Ángel (autor del gol) debutantes ante el Recreativo de Huelva en el Estadio Colombino.

 

17 de septiembre de 1963

 

 

Primer partido de Liga en el Estadio Insular.

Holgado triunfo del equipo amarillo con goles de Torrent y Germán (2) que fue el héroe de la jornada.

 

 

23 de septiembre de 1963

 

 

Apurada victoria de la U.D. Las Palmas sobre el Cádiz por la mínima diferencia con magistral gol de Juanito Guedes.

Después de un primer tiempo discreto, el equipo amarillo se desmoronó y puso en peligro su triunfo.

Alineación de la U.D. Las Palmas ante el Cádiz C.F.: Ulacia, Aparicio, Tonono, Ardura, Óscar y Torrent. De rodillas: Juan Luis, Germán, José Ángel, Guedes y Gilberto.
Formación del Cádiz, C.F.: Bermúdez, Aparicio, Delgado, Pedrito, Valderas, Llona, Juanas, Achotegui, Gijón, Aragón, y Soriano.
Los capitanes de la U.D. Las Palmas y el Cádiz, Aparicio y Achotegui con el arbitro de la contienda Sr. López Montenegro (Delegación Centro).
Banquillo amarillo. De izquierda a derecha: Pepe González (masajista), Oregui, Dauder, Carmelo Campos y Sr. Toledo (Delegado).
Juanito Guedes de excelente disparo con la pierna izquierda cuela el balón junto al poste pese a la estirada del ex guardameta amarillo Bermúdez, como puede apreciarse en la foto.

 

El arbitro del encuentro Sr. López Montenegro.

 

30 de septiembre de 1963

 

 

La U.D. Las Palmas, técnicamente superior, no pudo con la anticipación y el entusiasmo del Ceuta,

aunque los amarillos dominaron abrumadamente durante todo el segundo tiempo.

 

Juanito Guedes y su gran amigo Santiago Espino en la filas del Atlético de Ceuta posan para la cámara en los prolegómenos del encuentro en el Alfonso Murube.
Plantilla de la temporada 1963-64 dirigida por el técnico Vicente Dauder. De izquierda a derecha: fila superior: Vicente Dauder, Erasto, Evaristo, Aparicio, Pepe González (masajista) y Carmelo Campos (entrenador auxiliar). Segunda fila: Ardura, Santamaría, Lizani, Collar, Oregui, José Luis, Juan Luis y Tacoronte. Tercera fila: Vegazo, Lolín, Castellano, Tonono, Antonio, Gilberto I, Petoño y León. Fila inferior: Mujica, Correa, José Ángel, Godoy, Óscar, Sánchez y Germán.

 

 

 

16 de octubre de 1963

 

 

 

La U.D. Las Palmas seguía su camino victorioso hacia el ascenso a Primera División, empatando en el Álvarez Claro de Melilla

y venciendo al Hércules de Alicante por cuatro tantos a tres en el Estadio Insular.

U.D. Las Palmas: Oregui, Aparicio, Tonono, Arudura, Torrent y Guedes. De rodillas: Juan Luis, Germán, Erasto, Gilberto y Vegazo.
Formación del Hércules: Bilbao, Rayo, Martínez Oliva, Quetu, Paqui y Vila. De rodillas: Balasch, Campos, Arala, Ricardo García y José Juan.

 

Erasto

 

Segundo gol marcado por Erasto al recoger un rechace del guardameta Bilbao tras un fuerte tiro de Juanito Guedes.
En el minuto 45 del primer tiempo Gilberto establecería el tercer tanto amarillo.
Tras bello centro de Juan Luis, Germán remataría espléndidamente el cuarto gol.

 

21 de octubre de 1963

 

 

 

CARMELO CAMPOS

 

 

Una figura moral

 

 

Carmelo Campos y su trayectoria deportiva en el Marino C.F.

 

Escudo Marino C.F.

 

 

Carmelo Campos en sus mejores tiempos con el Marion C.F. en el Estadio Pepe Gonçalvez.
Formación del Marino C.F. con su capitán Carmelo Campos y la presidenta de Honor Adela Naum(Suegra de Juanito Beltrán).
Paco y Carmelo Campos durante un encuentro amistoso en el Estadio Pepe Gonçalvez formando en el Marino C.F. Al fondo la grada de la Marina.

 

En la imagen, los componentes del Marino C.F. que se proclamarían campeones de Canarias durante la temporada 1942/43. De izquierda a derecha, de pie: Sanabria, Rodríguez, Farias, Jerez, Campos, Polo y Cristóbal. De rodillas: Ramos, Quico, Bartolo y Minguine.
En la imagen, Carmelo Campos recibiendo como capitán el Trofeo de Campeón de Liga de la temporada 1942/43 en el Estadio Pepe Gonçálvez
El Marino se proclama campeón de Canarias. De izquierda a Derecha: Pepe el utillero, Luis Molowny, Carmelo Campos (con el trofeo), Victoriero, Adela Naum (Suegra de Juanito Beltran), Sanábria, Bartolo y Cristóbal.

 

 

Clásico centro del campo del Marino C.F. formado por Farias, Campos y Méndez.

 

ESTADIO DE PEPE GONÇALVEZ

 

 

 

Su discreción era secreto de Casa Real.

En un mundo tan virtual y ficticio como el que hoy vivimos donde

no anidan precisamente los códigos deontológicos ni de conducta o comportamiento,

me congratula profundamente haber conocido a una persona que hizo de su amor

y dedicación al Club uno de los argumentos vitales de su propia existencia.

 

Cuando más se exalta a los ídolos nacidos al calor de la victoria nos olvidamos de quienes fueron los auténticos precursores del nacimiento de nuestro club. Nos olvidamos de quienes han hecho posible los logros que hoy exhibimos con legítimo orgullo.

Al fundarse la U.D. Las Palmas, Carmelo Campos pasaría a simultanear sus cargos en el Marino C.F. y la propia U.D. Las Palmas.

Hay que entender que muchos dirigentes del Marino C.F. regían a su vez los destinos de la U.D. Las Palmas.

Carmelo Campos ha sido un hombre que ha personalizado la discreción y seriedad absoluta. La reputación de la institución fue siempre para él cuestión prioritaria y es que con tantos años de estoica disciplina y ejercicio profesional llegó a captar la más pura esencia de nuestro club.

Carmelo Campos no fue nunca un ente transhumante en función de un interés propio, sino que su mundo de valores germina y se desarrolla en dos clubes a los que dedicó toda su vida.

 

CARMELO CAMPOS Y SU EXTREMADO AFAN POR LA VICTORIA.

Padrón

Camelo Campos había sido un reputado medio centro del Marino. Si bien su trayectoria en el club marinista seria excelente quedando campeón provincial y del archipiélago, al fusionarse los clubes históricos seria nombrado entrenador auxiliar con ficha de jugador por si en aquella primera andadura de nuestro equipo fueran necesarios sus servicios. No tuvo la suerte de Luis Molowny de ser el primer entrenador-jugador, ya que no llegaría a participar en ningún encuentro.

Sin embargo, pocos saben que estuvo a punto de hacerlo.  Se dio la circunstancia, que el delantero Padrón se lesionó en un entrenamiento con Jesús Navarro como técnico y Carmelo Campos se prestó a ser alineado dada la indisposición del mismo. El jugador Padrón trataba de recuperarse, pero a dos días del encuentro aún su tobillo no respondía. Cuando faltaban pocas horas para el encuentro anunció que se encontraba perfectamente ya que sus molestias habían remitido. Carmelo Campos daba prioridad a sus funciones de técnico auxiliar y Jesús navarro, que era muy amigo suyo al haberlo tenido como capitán en el Marino le sugirió que era mejor dejarlo para otra ocasión dado que no  lo consideraba ético al tener un jugador titular disponible en su plantilla.

A Carmelo Campos le hacia una gran ilusión poder vestir la camiseta amarilla aunque solo fuese por una vez.

La decepción fue mayúscula pero mucho más lo seria cuando después que Padrón afirmara en el vestuario que se encontraba en perfectas condiciones, a los pocos minutos del comienzo del encuentro se caía al césped con gestos de dolor argumentado que no podía seguir jugando dada las molestias en el tobillo.

Carmelo Campos que había estado los últimos días entrenando con enorme ilusión, se llevaría una de sus mayores decepciones, aunque como hombre de gran discreción no revelaría públicamente su disgusto y sólo lo dijo a sus verdaderos amigos.

Como consecuencia de esta decepción, al perder la única oportunidad de vestir los colores del equipo donde él había sido pieza importante desde la misma fundación y sobre todo al considerar egoísta la actitud del jugador Padrón, ambos estarían distanciados durante un cierto tiempo. El jugador reconociendo su falta de solidaridad le pidió disculpas y Carmelo Campos las aceptaría dada su gran humanidad. Sin embargo, los que lo conocimos en su intimidad sabemos que el no llegar a vestir los colores de la U.D. Las palmas fue una profunda desilusión que nunca llegaría a superar.

Todos los jugadores que han pasado por el club nos dicen que era tan competitivo que no aceptaba la derrota con facilidad prolongando el tiempo del partido lo que fuera necesario hasta conseguir la victoria o al menos no salir perdedor. Los jugadores sabedores de su debilidad, le seguían la corriente y aflojaban su intensidad dado que en caso contrario el partidillo podía convertirse en interminable.

 

 

 

 

 

Lazos de amistad y solidaridad con Juanito Guedes.

 

 

Primera licencia del preparador auxiliar Carmelo Campos en la U.D. Las Palmas. De igual forma tenia ficha como jugador, pero al contrario que Luis Molowny nunca pudo ver cumplido su sueño de formar en el equipo amarillo.

 

 

En las visitas diarias de Carmelo Campos a los archivos de la Sede Social, en múltiples ocasiones me comentaría su devoción por Juanito Guedes:

 

Se levantaba con el alba y encaminaba sus pasos a su lugar habitual,

cita de máximo rigor y puntualidad durante más de medio siglo.

 

“Conocí a Juanito Guedes desde muy joven. Agustín Angulo fue el primero que me hablaría de sus cualidades. Recuerdo que cuando le argumentaba que yo tenia los mejores jugadores en la cadena de filiales, se enfadaba. Yo seguía con la broma, pero ante su insistencia me decidí a ir a verlo a Tamaraceite. Lo anecdótico del caso fue al ver el chico salir al campo con el Juventud Tamaraceite. Antonio Velázquez y yo nos percatamos que era un verdadero ídolo en el municipio.

Sin embargo, en una disputa por un balón el jugador sería expulsado del terreno de juego con el otro rival.

En el poco rato que lo observamos nos dimos cuenta que se trataba de un buen jugador, pero en tan corto espacio de tiempo no se puede apreciar la valía de un futbolista.

Recuerdo que Agustín Angulo no sabia donde meterse y no cesaba de disculparse.

Juanito Guedes vistiendo los colores del Club Deportivo Porteño, en la Ciudad Deportiva Martín Freire.

 

 

 

 

Con el paso del tiempo lo vería en la Selección Juvenil de Luis Molowny y en el Porteño jugando con nuestro juvenil. El chico había progresado sustancialmente cubriendo mucho campo y efectuando largos desplazamientos de balón.

Le di un informe al club sobre el jugador y Antonio Velázquez le haría un seguimiento.

Un día vino impactado de una actuación suya con el Porteño y comenzamos las negociaciones.

El directivo Honorio Monzón, Jesús García Panasco y Casimiro Benavente me acompañaron un día al Antonio Rojas y en aquel encuentro Juanito Guedes estuvo sobresaliente. Todos nos quedamos impresionados, pero existían varios inconveniente para su contratación:

 

Carmelo Campos

 

a.- El club atravesaba uno de sus peores momentos, habiendo descendido a Segunda División el año anterior y las arcas del club estaban vacías fichando el técnico Casimiro Benavente jugadores foráneos de bajo perfil a muy bajo coste. Sólo podíamos ofrecerles material deportivo y un 5% en caso de vender al jugador.

b.- El presidente del Porteño en aquellos años ya no era Bonifacio Vega sino José Tejera, un alto cargo de Hacienda.

Se trataba de un hombre muy serio y respetable pero ponía como condición que de traspasar al jugador fuera para militar en el primer equipo y no en filiales.

Juanito Guedes le había prometido que de vestir otros colores serian los del primer equipo de la U.D. Las Palmas. De no ser de este modo prefería quedarse en el Porteño.

c.- Nosotros estábamos de acuerdo, pero el técnico Casimiro Benavente quería cederlo a un club de tercera con la finalidad de que adquiriera una mayor experiencia.

La falta de confianza del entrenador retrasaba las negociaciones. El presidente de la U.D. Las Palmas, Juan Trujillo Febles no sólo ordenaría su fichaje de inmediato, sino que al faltar sólo dos encuentros para terminar la Temporada 1960-61 le impuso jugar como titular para así poder observar sus verdaderas cualidades.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Primer equipo juvenil ya configurada su plantilla. De izquierda a derecha, de pie: Torres, Celestino, Pepe López, Miguelín, Chicho Carrasco, Esteban, Pantaleón, Betancort y Carmelo Campos. De rodillas: Felo, Montero, Octavio, Pepito Reyes y Colacho Sacaluga.

 

Juanito Guedes no sólo no defraudaría a nadie en aquellos dos encuentros, sino que se convertiría en la figura del equipo.

Desde el primer día de su debut en el Alfonso Murube de Ceuta, Juanito Guedes sería titular indiscutible durante toda su trayectoria deportiva.

Me trataba con mucho respeto y afecto.

Cuando llegó mi hermano Paco la temporada siguiente le ayudaría lo indecible. Mi hermano había sido un gran jugador y se podía haber convertido en un excelente técnico, pero era muy buena persona y en el fútbol si no tienes un carácter fuerte estas perdido. Me tenia a mi a su lado que no permitía la más mínima indisciplina, pero Juanito Guedes a pesar de su juventud sabía cómo intermediar entre jugadores y técnicos. Tenía una cualidad especial para llegar a todos y esa fue la razón para que mi hermano Paco y yo depositáramos toda nuestra confianza en él.

 

 

Su palabra era de ley y trataba de ayudar a todos en cualquier dificultad.

Lo de su fallecimiento fue un impacto muy doloroso. Juanito Guedes era como un hijo para mi y siempre estará presente en mis pensamientos. Tanto mi mujer como yo somos creyentes y nunca lo olvidamos en nuestras oraciones.

Como futbolista todos saben que yo sentía una especial predilección por la forma de jugar de Germán, pero tanto Juanito Guedes como Tonono eran insuperables.

 

Carmelo Campos y Germán Dévora, se abrazan efusivamente tras la consecución de un gol.

 

Si mi equipo no resultaba vencedor en el entrenamiento, de allí no se movía nadie (Carmelo Campos).

En la imagen, Carmelo Campos muestra su contundencia, mientras Juanito Guedes, conocedor de su vehemencia y competitividad retira la pierna con una sonrisa.

 

La U.D. Las Palmas recupera la cabeza de la clasificación.

Rotunda victoria del once isleño ante el Onteniente que pudo ser más holgada. 

Los goles del conjunto canario fueron marcados por Germán (2) y Erasto.

Alineación de la U.D. Las Palmas: Ulacia, Aparicio, Tonono, Ardura, Torrent y Guedes. De rodillas: Juan Luis, Germán, Erasto, Gilberto y Vegazo.
Formación del Onteniente: Moreno, Montero, Canet, Rubio, Llácer y Bisbal. De rodillas: Miguel, Fuentes, Arranz, López y Jaime Portalés.
Germán consigue el primer gol rematando de cabeza tras un desvío de Vegazo.
Arrancada de Germán por el centro del campo driblando a varios contrarios para conseguir rematar por la escuadra un extraordinario gol.
Germán Devora

 

 

Juanito Guedes

4 de noviembre de 1963

 

 

 

El 10 de noviembre de 1963 la U.D. Las Palmas realizaría un buen encuentro

en el Estadio de los Cármenes ante el Granada C.F. perdiendo por dos tantos a uno.

Sin embargo, los granadinos se vieron casi siempre dominados y montaron un fuerte cerrojo ante su marco.

Los dos tantos del equipo nazarí vendrían como consecuencia de dos acciones desafortunadas del equipo amarillo.

Los goles serían obtenidos por Bustillo y Pirri (Granada) y Gilberto (U.D. Las Palmas).

Empate en el Heliodoro Rodríguez López ante el C.D. Tenerife.

El gol tinerfeño sería obtenido de riguroso penalti por Gilberto II, mientras que el tanto amarillo

sería logrado ´como siempre´ por el explosivo Juan Luis,

tras una gran galopada por la banda salvando contrarios y tarascadas.

Alineación de la U.D. Las Palmas que lograría un valioso empate en el Heliodoro Rodríguez López: Ulacia, Aparicio, Tonono, Ardura, Collar y Torrent. De rodillas: Juan Luis, Germán, Erasto, Guedes y León.
En la instantánea momento en que pese a la excelente estirada del guardameta tinerfeño Javier, no consigue detener el excepcional disparo del extremo amarillo Juan Luis.

 

 

El medio volante Juanito Guedes con su compañero Erasto (cabecita de oro) en el Heliodoro Rodríguez López.

21 de noviembre de 1963

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

Iglesia San Antonio Abad en el municipio de Tamaraceite, donde se celebraría la ceremonia nupcial de Juan Guedes y Georgina Ojeda.

a ceremonia nupcial de Juan Guedes y Georgina Ojeda representó todo un acontecimiento social en el municipio de Tamaraceite. Aquella última semana había sido de un ajetreo agobiante. Georgina, que desde joven había colaborado estrechamente con la Iglesia de San Antonio Abad organizaba escrupulosamente el más mínimo detalle, como la elección del sacerdote, don Ignacio de Loyola, a la sazón párroco responsable de la Iglesia de San Antonio Abad y muy amigo de los futuros cónyuges. Georgina recordaba como su nombre le causaba extrañeza a Juan ya que se llamaba como el fundador de la compañía de Los Jesuitas de San Ignacio de Loyola, el colegio contra quien Juan llegó a jugar en los campeonatos escolares infantiles, defendiendo los colores del San Vicente Paúl del Lomo Apolinario.

Una cosa sí les quedaba clara a la pareja de novios en el banco de la plaza; el bueno de don Ignacio ya no les diría más aquella frase: ¡Pero que hacen ustedes todavía aquí en el banco de la Plaza de manitas!¡A ver si se casan ya de una vez, que va siendo hora!

También tenía que hablar con el tenor y el director del Coro de la Iglesia de Tamaraceite, considerado uno de los mejores de la isla por su variedad de voces y el repertorio clásico que disponian, perfectamente afinado y en armonía con el viejo órgano.

Aunque las puertas de la Iglesia se abrirían para todo el municipio, se cursarían invitaciones para todos los integrantes y miembros del club, incluidos los empleados de la Sede Social y el Estadio Insular. Las cinco primeras filas estaban reservadas a los miembros de las dos familias que eran muy numerosas. Detrás la Junta Rectora de la U.D. Las Palmas, presidida por don Juan Trujillo Febles acompañados del Secretario General del club don Jesús García Panasco.

En la fila tercera, los entrenadores, Luis Molowny, Carmelo Campos y Vicente Dauder y los médicos Domingo Rodríguez Ojeda, Emilio Tomé, su Señora Phyllis Head, a quien acompañaban toda la plantilla de jugadores.

La ceremonia tendría lugar un lunes 16 de noviembre de 1963.

A pesar de las grandes dimensiones de la Iglesia considerada una de las mayores de la isla, la boda sería tan multitudinaria que los asistentes no cabían ni en el templo ni en la Plaza.

 

 

 

 

 

La joven y bella esposa de Juanito Guedes, Georgina Ojeda, el día de la Ceremonia Nupcial en la Iglesia de San Antonio Abad, en el Municipio de Tamaraceite.

 


 

 

Georgina Ojeda entrando a la Iglesia de San Antonio Abad con don José – tío de Juanito Guedes- que haría de padrino de boda.
Juanito Guedes entrando el templo de la mano de su hermana Carmen. Ambos hermanos estaban muy unidos, viviendo con sus padrinos desde muy corta edad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ese día todos los caminos del viejo municipio de Tamaraceite conducían a la Iglesia de San Antonio Abad. Se casaba Juanito Guedes y la ceremonia nupcial había sido divulgada por toda la isla.

Georgina había escogido un diseñador de prestigio llamado Claudio y una reputada modista de la ciudad. El traje de cola larga cruzaba la Iglesia, teniendo que poner por primera vez en la historia del recinto sagrado una alfombra roja, que llegaba a cubrir la Plaza del pueblo. Según la opinión de los cronistas y lugareños de avanzada edad, nunca se había visto en el municipio un acontecimiento de tal magnitud.

 

 

Los cónyuges se aproximan al altar mayor con la novia luciendo su largo vestido de cola.

 


 

 

 

 

 

 

Varias imágenes del proceso de la ceremonia nupcial

 


 

 

Juanito Guedes no acostumbrado por aquellas fechas a eventos de esa dimensión, había estado muy nervioso durante todo el día, habiéndole pedido a Georgina que no se retrasara, ya que viviendo en el Paseo de los Mártires, de La Montañeta sólo tenía que bajar una calle. Pero Georgina , al igual que la mayoría de las novias, no estaba por la labor…

En la imagen Andrés el Sastre con su gran amigo Juanito Guedes.Seria el autor de la confección del traje de boda.

A Juanito Guedes le había confeccionado el traje su gran amigo Andrés El Sastre, persona muy vinculada al Porteño.

 

Georgina se había levantado muy temprano aquella mañana y tras dirigirse a la iglesia para dar su aprobación a todos los preparativos, encaminaría sus pasos hacia la peluquería donde todos salían de sus casas abriendo puertas y ventanas para felicitarla. Por un momento pensó que la ceremonia se había sobredimensionado en exceso pero tenía que ser valiente y sacar fuerzas de flaqueza. Toda la noche anterior se la había pasado rezando a la Virgen de los Dolores, trono que ella tanto había cuidado desde que era una niña.

La U.D. Las Palmas le había regalado una bandeja de Plata de Ley de grandes dimensiones. El paso del tiempo ha borrado los numerosos regalos que llegaban de todos lados, pero aún recuerda algunos como una televisión en blanco y negro que por aquellas fechas comenzaban a salir, instalándose gradualmente en todos los hogares canarios. Tampoco olvida las dos alianzas de oro que le había regalado Germán Dévora. Georgina aún lleva su alianza y la recuerda siempre como uno de los regalos más preciados. El caso de Juan fue muy diferente. En un disputado encuentro perdía la alianza que al quedarle algo floja se deslizaba con el sudor.

 

 

Juan llegaría puntual a la cita acompañado de su hermana Carmen. Por aquellos años se creía que los novios no debían verse durante el día de la boda y que el novio debía esperar en la puerta de la Iglesia media hora aproximadamente. Georgina, muy creyente y tradicional, no podía ser menos. El padrino era D. José, tío de Juan, con quien había vivido desde su más corta infancia. D. José se imaginaba cómo estaría Juan con la espera…

Cuando la novia llegó en aquel coche de época acompañado del tío de Juan, la Plaza de Tamaraceite parecía venirse abajo teniendo que intervenir la fuerza pública para dar paso a los futuros esposos al son de la marcha nupcial de Lohengrin con la Coral y el órgano. Por fin los novios entran en dirección al altar. Juan Guedes con su hermana Carmen y Georgina con don José.

Durante la ceremonia un prestigioso Tenor cantaba el Ave María de Shubert que llegó a emocionar a todos los presentes.

Tras la ceremonia, la salida del templo sería en loor de multitud.

Todos los hogares y calles de Tamaraceite habían sido testigos inertes del gran acontecimiento.

 

 

En la imagen, una vez concluida la ceremonia nupcial, Juanito Guedes firmando el acta matrimonial en la Sacristía.
En la instantánea gráfica, la recién esposa de Juan firma el acta matrimonial.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Finalizada la Ceremonia y el acto de la firma, los nuevos esposos mirando en forma de agradecimiento a los feligreses inician la salida del templo.

 

En la instantánea, Juanito Guedes y Georgina Ojeda saliendo de la Iglesia de San Antonio Abad entre los prolongados aplausos de los asistentes.

 

 

Los novios pusieron rumbo al Paseo de Los Mártires, a casa de la abuela de Georgina, donde se celebraría un festejo muy familiar e íntimo con miembros de ambas familias y amigos de la infancia y primera juventud de los dos contrayentes.

 

Tras la tumultuosa salida de la Iglesia de San Antonio Abad debido al gran número de asistentes, los esposos ponen rumbo al Paseo de los Mártires donde se celebraría un festejo familiar.

 

 

En la imagen, Juan Guedes y Georgina Ojeda antes de partir a Tafira Alta, hospedándose en el Hotel Bandama durante los primeros días de su luna de miel.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una vez pasado todo el ajetreo y los nervios que se habían aplacado, se dispusieron a colocar sus prendas en el ropero. De pronto, comienzan a oírse unas voces con instrumentos musicales desde el exterior del Hotel.

 

Juanito Guedes y Georgina tras mudarse los pesados ropajes de la ceremonia saldrían en dirección a Tafira Alta, a un lugar conocido en aquel entonces como La Tronera, donde al final de la calle estaba ubicado el Hotel Bandama, lugar  de concentración del equipo amarillo a comienzo de la década de los sesenta.

 

Los esposados miran cautelosamente por las cortinas de los amplios ventanales y ven a León dirigiendo la orquesta. Muchos de los integrantes eran los jugadores de la U.D. Las Palmas que se habían propuesto seguir la fiesta hasta altas horas de la madrugada. Juanito Guedes y Georgina saludarían desde la ventana y cerrando las cortinas se perderían en la quietud de la noche…

Tras tres días de alojamiento en el Hotel Bandama donde recibirían un excelente e inolvidable trato, se dirigirían al aeropuerto de Gando.

La corta luna de miel la pasarían en Tenerife, teniendo como residencia el Hotel Anaga.

 

En la imagen, Juan Guedes y Georgina Ojeda a la llegada al Hotel Bandama en Tafira Alta.

 

 

Paco Campos que había sido su entrenador en la U.D. Las Palmas había fichado en el C.D. Tenerife la temporada siguiente. Tenia un amigo en la isla hermana que se conocía los más bellos parajes de Tenerife. Entre ambos le enseñarían los lugares más recónditos quedando maravillados del trato recibido en todos los lugares.

Había que volver a los entrenamientos en un año que Juan siempre consideró de ensueño ya que a su anhelado matrimonio se unía la gran trayectoria del equipo y el ansiado ascenso a Primera División tras cuatro temporadas de grandes penurias y exigencias que le habían servido de aprendizaje.

Muchos aficionados siempre se han preguntado la razón de casarse antes de cumplir el servicio militar, algo no muy frecuente en las parejas de recién casados.

La razón fundamental era la de los diagnósticos médicos, que aconsejaban que el matrimonio redundaba en beneficio del jugador ya que mejoraba el tono físico y resistencia. A Juanito Guedes por su morfología y condición física le costaba recuperarse dado su continúo batallar al ser un jugador de amplio recorrido.

 

Festejo familiar en el Paseo de los Mártires. De izquierda a derecha Georgina Ojeda junto a Juanito Guedes. Detrás de pie, su hermana Carmen junto a su marido Juan y al fondo el hermano de Juanito, Manolo Guedes.
Los hermanos Carmen y Juanito Guedes en unión de su esposa Georgina, en un momento del festejo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por otro lado, en aquellos años las relaciones sentimentales distaban mucho de lo que son en la actualidad y el jugador adquiría al casarse un mayor equilibrio biológico y emocional. De igual forma la dieta tenía un papel preponderante. La vida matrimonial es más organizada y el horario de comidas más regular.

Los niños tardarían en llegar. El primero, que lleva el nombre de su progenitor, Juan Guedes Ojeda en 1968 y su hermano Javier en 1970.

 

Juanito Guedes con su hijo mayor Juani en brazos.
Georgina Ojeda alimentando en brazos a su hijo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El primero recuerda vagamente la figura de su padre, sobre todo al llegar a casa en el Alto de los Leones. El segundo, Javier, era aún un niño de cuna y sólo conoce la vida de su padre por tradición oral y numerosas instantáneas gráficas que le hacen configurar su propia versión o realidad.

Las ilusiones y esperanzas de toda familia humilde al tener descendientes es que sus hijos no pasen las necesidades que ellos habían tenido que sufrir en la misma época de posguerra y cartillas de racionamiento.

En este sentido Juan Guedes y Georgina Ojeda habían sido muy afortunados…Los niños vivieron sin ningún tipo de carencia y en los mejores centros educacionales. Gracias a la ayuda de don Jesús García Panasco ingresarían en el antiguo Corazón de María de la Calle Rabadán con Canalejas hasta pasar a denominarse Claret, con Sede en Tamaraceite.

Habría que significar con toda justicia que Georgina sería la gran administradora y visionaria del patrimonio familiar. De igual forma, no conviene olvidar que don Jesús fue siempre para ellos una especie de consejero espiritual por el que Georgina sentía verdadera devoción, dado que tras el fallecimiento de Juan, continuaría ayudándole en cualquier problema o dificultad en el seno familiar por nimio que pudiera parecer. Como ella suele decir reiteradamente: ¡A don Jesús que nadie se atreva a pronunciar una sola palabra en su contra!

 

 

 

Juanito Guedes y Georgina Ojeda con su hijo Juani en el bautizo de su recién nacido Javier.

 

 

 


 

 

 

Se pierde el primer positivo en el Estadio Insular ante el Málaga.

Deficiente actuación ante el equipo malagueño al que se lograría empatar en las postrimerías el encuentro.

El gol amarillo fue conseguido en propia puerta por el defensa Portalé.

Alineación ante el Málaga: Ulacia, Aparicio, Tonono, Ardura, Collar y Torrent. De rodillas: Juan Luis, Gilberto, Germán, Guedes y León.
Alineación del Málaga: Américo, Tosco, Arias, Portalés, Ríos y Ruiz. De rodillas: Rovira, Otiñano, Chuzo, Sande y Sacarizo.
Los capitanes de C.D. Málaga y U.D. Las Palmas, Américo y Aparicio con el trio arbitral.
El extremo amarillo León y el defensa malagueño Portalez disputan un balón por alto que éste último introduciría en su propio marco.
Magnífica labor de Juanito Guedes realizando una excelente función tanto de medio volante como en ataque.

 

 

8 de diciembre 1963

 

 

 

 

 

 

A pesar del buen resultado la U.D. Las Palmas realizaría un irregular encuentro.

Debut del melillense José Luis con afortunada actuación.

Germán se convertiría en el mejor jugador del partido marcando dos brillantes goles.

Desaprobación en las gradas del escaso entusiasmo que mostró el equipo amarillo.

Equipo amarillo que se enfrentó al San Fernando venciendo por tres tantos a cero: Ulacia, Aparicio, Tonono, José Luis, Collar y Guedes. De rodillas: Juan Luis, Germán, Santamaría, Gilberto y Vegazo.
Alineación de San Fernando: Fernández (Barrera 77´), Carbonell, Herrera, Portuza, Murillo y Samper. De rodillas: Quiroga, Juanin, Cantón, García y Alias.
Los capitanes de ambos equipos Aparicio y Cantón con el árbitro y jueces de línea del encuentro.
La defensa del San Fernando despeja un balón tras un centro de Juanito Guedes.
El guardameta del San Fernando intercepta un duro disparo de Germán en la misma linea de gol cuando el graderio ya cantaba el tanto.
Remate de cabeza de Germán a los 7 minutos del segundo tiempo al que vemos en primer plano cantando el tanto mientras que sus compañeros corren alborozados a felicitarlo.
El defensa izquierdo José Luis debutaría ante el San Fernando realizando un excelente encuentro.

 

8 de diciembre de 1963

 

 

 

 


 

José Luis Martínez.

 

 

 

 

al que apodaban ´El Moro´.

 

Mi buen amigo José Luis uno de los jugadores más peculiares y originales que he conocido en el mundo del fútbol. Por su incontinencia verbal es posible que no sea del agrado de todos, pero lo que puedo asegurar es que no deja indiferente a nadie.

El defensa José Luis Martínez el día de su debut ante el San Fernando.

La realidad es que es extremadamente sincero y se pronuncia de una forma que otros preferimos silenciar.

Amigo de sus amigos, sintió siempre verdadera devoción por Juanito Guedes y Tonono a los que se había enfrentado en partidos de categoría regional y conocía desde que ambos jugadores jugaban en la Selección de Luis Molowny.

Frecuentaba muy poco los terrenos de juego y como él suele decir con verdadera simpatía: “Lo mío es el Bel canto” y comienza a nombrarte arias de opera por las que siente verdadera pasión.

Hace ya algunos años me dijo que estaba escribiendo un libro sobre su vida y que lo iba a titular “memorias de un insensato”. Conociendo su carácter extrovertido y jocoso no me sorprendo el título. Después de todo, de una manera u otra, todos hemos sido alguna vez algo insensatos en nuestras vidas. De sus interesantes vivencias y reflexiones futbolísticas he extraído sus años gloriosos de la década de los sesenta formando parte de un equipo que ha dejado indeleble huella en todos los canarios.

“Todos saben por mi trayectoria en la U.D. Las Palmas o por referencia que soy natural de Melilla y vine a la isla con motivo de realizar mi periodo militar.

En mi tierra siempre había jugado al fútbol destacando desde muy joven en equipos de mi localidad.

Al llegar a la isla, forme en el San Cristóbal y en el Artesano de la calle La Naval que era un club histórico donde habían militando muchos jugadores de la U.D. Las Palmas.

En el equipo artesanista realice una buena campaña y un buen día me dijeron que me habían traspasado a la U.D. Las Palmas por material deportivo y algún dinerillo insignificante ya que el club amarillo no vivía precisamente un momento boyante en aquellos años. El equipo militaba en Segunda División y los momentos estelares del club estaban aún por venir.

En realidad, yo fui afortunado. La temporada que yo ingresé en la U.D. Las Palmas fue la del tercer ascenso y prácticamente jugué muy pocos encuentros en Segunda División.

Juanito Guedes y Tonono eran por aquel entonces las figuras del equipo.

Yo, desde que llegué les gastaba muchas bromas y teníamos una excelente relación. El club había fichado como entrenador a Vicente Dauder que había sido un buen guardameta en el Atlético de Madrid.

La baja inesperada de César Nelli en la U.D. Las Palmas sería sustantiva y capital para la incorporación del joven José Luis a la U.D. Las Palmas.

Sabía como analizar los encuentros y su trato era correcto, pero ya tenia una defensa en su mente que intentaba no cambiar. La retaguardia la componían Ulacia u Oregui, como porteros con Aparicio, Tonono y Nelli.

Yo comencé los entrenamientos con una ilusión enorme poniendo una gran intensidad, pero no había manera. Habían pasado muchas jornadas y no estaba acostumbrado a la inactividad, siendo titular en todos los equipos que había estado.

Al ver que mi situación no cambiaba decidí hablar con el presidente Juan Trujillo y García Panasco, a efectos de poder jugar en el equipo filial, U.D. Las Palmas Aficionado.

En el filial jugaría diez encuentros siendo muy bien tratado por la prensa. A todo esto sucedería un incidente., que si bien es verdad que me benefició por un lado, lo sentí mucho porque se trataba de Cesar Nelli, un excelente defensa y un buen compañero. El jugador argentino se había enfrentado de forma algo violenta a Germán y se produjo la clásica trifulca tan frecuente en los entrenamientos de cualquier club. Sin embargo, el incidente llego a oídos del secretario general y directiva y el bueno de César Nelli causaría baja en el club.

Todos teníamos un gran afecto a Nelli y creíamos que el problema se había podido zanjar de otra forma menos drástica, pero la cuerda siempre se rompe por el lado más débil.

César Nelli a su llegada a la isla de Gran Canaria por primera vez procedente Newell´s Old Boys.

Al salir Cesar Nelli, Dauder me daría la oportunidad de debutar, oportunidad que aproveché afianzándome los en la zaga hasta proclamarnos campeones tras una recta final con triunfo en el campo de Las Colonias de Abarán, quedándonos virtuales campeones dependiendo de los resultados que se dieran.

Juanito Guedes era un fuera de serie como jugador y como persona.

De él aprendería mucho a mi llegada al club y trataba siempre de hacerme la vida agradable.

Era el jugador con galones y mando en el equipo y lo entrenadores no se atrevían a decirle lo más mínimo.

En el campo me impactaba su forma de jugar, sirviendo balones a todos lados, su valentía y serenidad en situaciones limite era asombrosa.

Aquella primera temporada del ascenso cuando jugamos en Abarán vendrían muchos canarios de todas las provincias de España. Salimos del Hotel a agradecerles aquel gesto y Juanito Guedes se fundió con todos ellos cantando un Riqui raca.

Cuando llegamos al aeropuerto de Gando no cabía un alfiler con pancartas y bandas de música. Juanito Guedes era manteado por un público exultante.

Los coches acompañaron al autobús del equipo, haciendo sonar cláxones por todo el camino. ¡Fue una noche inolvidable!

Sin embargo, ninguno de nosotros podía presagiar lo que sucedería el domingo siguiente ante el Mestalla. Tras toda una temporada desplegando un fútbol excelente con victorias relevantes dentro y fuera de nuestro propio feudo, nos proclamamos campeones y simplemente por un encuentro donde los nervios nos atenazaron, el público comenzó a pitarnos y abuchearnos. Cuando Ardura marcó el gol del empate creíamos que todo cambiaría, pero todo sería en vano.

En la imagen, José Luis con su esposa e hija.

Cuando el colegiado dio por concluido el encuentro, la respuesta que obtuvimos fue el silencio, silbidos y algunos tímidos aplausos. Entramos a vestuarios desolados con jugadores llorando por el comportamiento del respetable, cuando habíamos conseguido un ascenso a Primera División con todos los honores tras cuatro años en la categoría de plata.

Sin embargo, cuando ya nos duchábamos nos percatamos que todo el público seguía en sus localidades comenzando gradualmente a aplaudir.

Las bandas de música comenzarían a sonar y la gente gritaba para que los jugadores saliésemos al campo, pero el mal estaba hecho y el dolor y la decepción que sentimos fue algo muy profundo.

No queríamos salir, pero el presidente Juan Trujillo Febles y el secretario Jesús Garcia Panasco nos rogaron salir para evitar males mayores. A Juanito Guedes le afectaba mucho su público. Era el jugador muy querido por los aficionados. Antes de los encuentros en casa cuando lo entrevistaban, solía pedir el apoyo de los aficionados que según él era capital y es que el público cuando te estimula con su constante aliento, te da confianza y el rendimiento es mayor.

Nosotros aquella tarde dimos la vuelta al campo y nada mas. Al finalizar cada uno nos iríamos para nuestros respectivos domicilios. Me cuesta creer que un equipo que se convertiría en unos años en el mejor conjunto de toda la historia del club o al menos así consta en la tabla clasificatoria recibiera aquella humillación. ¡Así es la vida!

Tras Vicente Dauder llegaba Juanito Ochoa, que era un técnico muy especial.

Tenia una forma de concebir el fútbol muy diferente al fútbol canario y casi todos los jugadores rindieron por debajo de sus posibilidades salvo Juanito Guedes que con cualquier entrenador brillaba de igual forma.

En esa temporada, Juanito Guedes jugaría todos los partidos de Liga y Copa del Generalísimo.

Fue la temporada que empatamos en el Bernabeu por primera vez en la historia con aquel gol de Vegazo.

El equipo se salvaría de milagro a falta de tres jornadas del final, gracias a la llegada de Luis Molowny y allí comenzaría aquel equipo de fábula.

Al incorporarse Gilberto II en la temporada siguiente, el equipo daría un giro radical, pudiéndonos quedar campeones de habernos creído desde un principio nuestra valía, pero todo aquello nos cogió un poco de sorpresa. De igual forma, el gol en fuera de juego de Pirri fue determinante, dado que en caso contrario las cosas podían haber sido diferentes. ¿Se imaginan a la U.D. Las Palmas Campena de Liga?

Habíamos goleado a equipos como el Barcelona y Atlético de Madrid en casa, ofreciendo un verdadero espectáculo. No ha ocurrido nada parecido desde entonces.

Juanito Guedes, Tonono, Germán, Castellano y Martín serían internacionales absolutos y en toda España, nos daban premios como el de Diario Dicen o el trofeo Caballero al conjunto mas realizador. Pero todo tiene un fin y la plantilla fue cambiando sus piezas clave, entrando nuevos jugadores que necesitaban acoplamiento. Los mismo que aclamaban y rendían culto y admiración a Luis Molowny, fueron los primeros en criticarlo y satanizarlo con posterioridad. El fútbol no tiene memoria y los primeros que te ponderan son los que acaban hundiéndote.

Le debo mucho a Luis Molowny. Me alineaba cuando tenía que hacerlo jugando bastantes encuentros, pero también me sentó en el banquillo cuando consideraba que debía hacerlo. Era un hombre justo y muy comprensivo con el jugador. Lo peor estaba por llegar con la contratación de Rosendo Hernández como técnico del equipo y la enfermedad de Juanito Guedes. Fueron dos hechos puntuales que terminaron por aburrirme del fútbol.

Rosendo Hernández pudo haber sido un gran entrenador y físicamente preparaba bien el equipo. También es verdad que le daba muchas oportunidades a los valores de la cantera, pero como persona dejaba mucho que desear. No paraba de humillar al jugador insultándolo continuamente. Era muy duro y abusador con los débiles y humildes del equipo, pero cuando veía a Juanito Guedes agachaba la cabeza.

Yo, como jugaba por la banda lo tenía todo el tiempo obsequiándome con comentarios hirientes. Aguanté lo indecible hasta que un día no pude más y estallé. La directiva lo cesaría dado los malos resultados del equipo y el mismo Rosendo Hernández recomendaría a Héctor Rial, quien había recibido informes del técnico palmero. Lo noté nada más llegar, dado que no se dignaba ni a mirarme condenándome al ostracismo, no llegando a jugar con él ni un solo encuentro.

José Luis ejercitándose con sus compañeros en un partido de entrenamiento vespertino en el Estadio Insular.

 

 

Los jugadores de la U.D. Las Palmas, Hernández, Tonono y José Luis, posando para la cámara de Hernández Gil.

 

LA MUERTE DE JUANITO GUEDES

Los jugadores pasamos muchas horas juntos y llegas a tener una relación muy familiar y afectiva. Antes de ingresar en la U.D. Las Palmas ya conocía a Juanito Guedes. Luego, todas la vivencias y años de viajes, concentraciones y encuentros por tantos lugares, te unen mucho a una persona tan maravillosa como era Juanito Guedes.

Nosotros, sus compañeros vivimos todo el proceso desde el principio, aunque no pensábamos que iba a resultar tan dramático y doloroso. Él siempre había tenido molestias gástricas que terminaban solucionándose, pero a medida que pasaba el tiempo la enfermedad que iba larbando en su organismo le fue debilitando.

 

 

En la imagen, el defensa José Luis Martínez cuya baja en la U.D. Las Palmas coincidiría la misma temporada del fallecimiento de Juanito Guedes, teniendo como técnico a Héctor Rial.

 

 

En las concentraciones observábamos como le daban una dieta diferente. Había sido intervenido en Barcelona y nos ocultaron su verdadero diagnóstico.

Juanito Guedes regresaría y volvió a recuperarse, pero la condición física, su ánimo y su carácter habían cambiado.

Su pundonor era tan grande y era tan buena persona que trataba de no preocuparnos. Sin embargo, mirándolo con la perspectiva del tiempo, pienso que los doctores que lo operaron viendo lo que sufría y la gravedad el caso decidieron que siguiera jugando hasta el fin de sus días. Así sucedería hasta que ya no pudo más.

Yo lo visitaría en la Clínica Santa Catalina una sola vez. Me impacto de tal forma, que no pude verlo mas. Aquel hombre, aquel atleta, aquel con quien había festejando tantos éxitos y triunfos durante casi una década, yacía en aquella triste habitación con vistas al mar, con una delgadez sobrecogedora e impactante. Su aspecto físico me conmovió profundamente. Sentí en lo más hondo de mi alma su pérdida. Era un dolor tan intenso que no se puede expresar con palabras.

¡Descanse en paz, mi querido compañero!

Aún hoy se me empañan los ojos al recordarlo. Nunca le podré olvidar”.

 

 


Tras las derrotas ante el Algeciras y Mallorca, la U.D. Las Palmas parece de nuevo encaminar la senda

del triunfo tras ganar al Abarán con un contundente resultado de tres tantos a cero.

La Peña «Los de San Mateo estamos aquí» se une a los entusiastas amigos de Abarán en los prolegómenos del encuentro en el Estadio Insular.
Alineación que venció con un rotundo tres tantos a cero al Abarán en el Estadio Insular: Ulacia, Aparicio, Tonono, José Luis, Torren y Guedes. De rodillas: León, Germán, Santamaría, Correa y Vegazo.
Formación del Abarán: Bevia, Bernardi, Rincón, Garre, Eloy e Iruzquieta. De rodillas: Achiaga, Chechu, Martos, Juanito y Alonso.
Remate de cabeza de Guedes a centro de Vegazo que saldría fuera por muy poco.
Como se puede apreciar en la imagen de Hernández Gil, Juanito Guedes llevaría mucho peligro al área rival. En la instantánea rematando de forma acrobática un balón al área del guardameta Bevia.
Nuevamente Juanito Guedes elevado en suspensión disputa un balón por alto que despejaría de puño el portero visitante.
Primer gol del partido marcado de penalti por Juanito Guedes magistralmente a la izquierda del guardameta. Al fondo las casas de la ´Loma´ en las arenas del Paseo de Chil.

 

Guedes, ídolo incluso de los más pequeños.

 

 

 

Tras un valioso empate ante el Mestalla se lograba alcanzar al Mallorca en la cabeza de la clasificación.

 

Vicente Dauder a la entrada del vestuario del Estadio Insular posa para la cámara de Hernández Gil.
Vicente Dauder con el chandal de entrenamiento mira el ejercicio de los guardametas en la portería de naciente.
En la imagen, plano de Vicente Dauder de perfil mirando hacia la grada de tribuna.
El técnico Vicente Dauder muestra a los delanteros Erasto y Gilberto el golpeo con el empeine interior.

 

 

 

7 de enero de 1964

 

 

En una confrontación deslucida debido a la inoperancia de los visitantes, la U.D. Las Palmas

jugaría sólo a ráfagas, teniendo a su línea de medio volantes

como lo más destacado del encuentro, inaugurando el marcador Juanito Guedes al ejecutar una pena máxima.

Alineación de la U.D. Las Palmas ante el Recreativo de Huelva: Ulacia, Aparico, Tonono, José Luis, Collar y Guedes. De rodillas: Juan Luis, Germán, Santamaría, Correa y Vegazo.
Alineación del Recreativo de Huelva: Zumalave, Ojeda, Santos, Poceiro, Ruiz, Mesa y portero suplente. De rodillas: Herrerita, Román, Gringo, Ramón y Benitez.
Germán rematando de cabeza al ganarle la acción a un contrario.
En la imagen Santamaría rematando el segundo gol. El jugador Germán sigue atentamente la jugada.

 

Juanito Guedes inauguraría el marcador tras la ejecución de una pena máxima.

 

13 de enero de 1964

 

 

U.D. Las Palmas atravesaría uno de sus peores momentos del torneo liguero tras ser derrotada en Elda y Cádiz.

Sin embargo, logra recuperarse con un rotundo triunfo ante el Atlético de Ceuta por tres tantos a uno.

El gol del equipo ceutí seria marcado por ex jugador amarillo Santiago Espino. 

Germán Devora sería el héroe de la jornada marcando tres goles tras realizar un brillante encuentro.

Alineación que venceria al Atlético de Ceuta por tres tantos a uno: Oregui, Ardura, Tonono, José Luis, Torrent y Guedes. De rodillas: Vegazo, Germán, Erasto, León y Santamaría.
Alineación del Ceuta: Ginesta, Ocaña, Correa, Henry, Espino y Baena. De rodillas: Ayala I, Anta, Moreno, Victor y Ayala II.
La U.D. Las Palmas conseguiría su primer gol al medio minuto del inicio del encuentro en un soberbio gol de Germán.
Germán establece el último del partido tras ejecutar un golpe franco directo.

 

4 de febrero de 1964

 

 

 


JUANITO GUEDES Y SUS OBLIGACIONES CON LA PATRIA

Juanito Guedes en el Cuerpo de Artillería

 

 

 

Juan Guedes Rodríguez sería destinado al Cuerpo de Artillería en un lugar conocido como La Montaña, en la zona de La Isleta Alta, subiendo por la carretera de tierra a Las Coloradas.

Como una gran mayoría de deportistas de élite, el servicio militar, exceptuando el periodo de instrucción, goza de unas preferencias que están muy lejos del resto de soldados.

Hay que entender que el jugador tan pronto se incorporó a filas sería convocado a la Selección Militar que dirigía el Villalaín. Todo ello requería estar continuamente desplazándose a Madrid, punto de encuentro de los seleccionados para luego tomar rumbo a provincias españolas donde frecuentaban encuentros de entrenamiento, concentraciones y torneos a nivel mundial. El jugador se veía obligado a realizar un doble esfuerzo, pues a las obligaciones con sus respectivos, clubes se les unían las propias de la Selección Militar.

A pesar de ello, los futbolistas elegidos debían gozar de buena salud y estar en plenas condiciones físicas.

Juanito Guedes recibiría en la montaña, un pase que le obligaba solo en determinadas ocasiones a ciertos servicios y horarios, ya que la mayoría de su tiempo lo pasaba entrenando o viajando con su equipo o la Selección Militar.

Al ser un soldado casado y necesitar una dieta especial, cuando estaba en la isla solía comer en casa.

Las temporadas 1963-64 y 1964-65 fueron muy especiales para Juan Guedes. Recordaba estos años con mucho cariño, dado que aparte de contraer matrimonio tras muchos años de noviazgo, ascendería a Primera División con la U.D. Las Palmas tras cuatro largos años en la categoría de plata, teniendo como colofón la proclamación de Campeonato del Mundo con la Selección Militar, con nueve participaciones siendo titular y pieza indiscutible de su Selección.

Como él solía decir a Georgina: “Me parece estar viviendo en una nube, un sueño que yo nunca podría imaginar”.

En los primeros meses del periodo militar, solía ir un par de veces a la semana a cumplir alguna guardia. Georgina nos relata con mucho sentido del humor: “Mi marido no sabía ni lo que era un mosquetón. Las armas militares no las utilizaba sino para fotografiarse. Juan Guedes era una persona que detestaba cualquier contienda bélica, al contrario de aquella contundencia que solía emplear en los terrenos de juego, fuera del ámbito futbolístico era un hombre muy dulce y pacífico. ¡Eso si ¡para bromas que lo llamaran a él primero!

Juan tenía un alto concepto de los amigos que había hecho en el servicio militar. Según sus propias palabras le daba un gran valor a la verdadera amistad, pero los catalogaba de diferente forma.

Los amigos de la infancia te dejan una enorme huella, dado que había ido creciendo junto a ellos y experimentando las mismas vivencias.

Con  los compañeros de equipo, también experimenta sensaciones que solo algunos privilegiados pueden llegar a sentir. Por otro lado, pasas muchos días con ellos que en muchos casos se convierten en años con toda clase de logros, anécdotas y peripecias que nunca podrás olvidar.

En el equipo de baloncesto de su regimiento.

Los amigos del cuartel también son especiales, porque con ellos convives en momentos de soledad y a pesar del corto tiempo llegas a adquirir una intimidad como no la has tenido antes. El compañerismo en el servicio militar te deja momentos tan gratos y amargos. Por un lado, el placer de regresar a la vida civil y por otro deja atrás verdaderos amigos con los que había compartido muchos momentos de felicidad.

Es bien sabido que Juan era muy bromista y en el cuartel encontró el lugar ideal para ello.

Solía decir que nunca se había reído tanto como en el cuartel y es que las pillerías y anécdotas era constantes.

Algo curioso en el servicio militar de Juan es que seguiría jugando con la Selección una vez licenciado.

A nivel futbolístico, entre los momentos más felices de Juan con la Selección Militar sería sin lugar a dudas el encuentro que jugó ante su afición en el Estadio Insular, frente a la Selección Portuguesa, marcando además el gol de la victoria de España.

Juanito Guedes había conocido en Portugal a Eusebio ‘la perla negra’, considerado por aquellos años uno de los mejores jugadores a nivel mundial. Entre los dos había surgido una corriente de simpatía que se incrementaría al venir a jugar el jugador luso con su selección a la isla.

Antes del encuentro habían quedado para cenar en casa de Juanito Guedes en el Alto de Los Leones.

Georgina Ojeda nos dice al respecto: “Mi marido lo trajo a cenar a casa y a pesar de la derrota de su equipo se mostraba afable y contento de estar con nosotros compartiendo aquella inolvidable velada.

A pesar de ser una estrella, famoso en todo el mundo, era un ejemplo de educación y sencillez. Nunca dejaba de sonreír y tratar de ser agradable.

La verdad que lo pasamos de maravilla, decidiendo quedarse unos días en la isla ya que además de nosotros conocía a unos amigos de Portugal con los que les unía unos grandes lazos de amistad.

Juan, ya se había comprado su primer coche, un Peugeot 403 de color hueso y lo llevaría a los lugares más interesantes de la isla.

Recuerdo que había una tienda en Triana, Hage, donde mi marido conocía a sus propietarios y solía comprar ropa.

Poco antes de la llegada de Eusebio yo le había comprado un jersey y Eusebio no paraba de preguntarle dónde lo había comprado. Dado que Juan no podía regalarle el suyo pues estaba ya usado, yo, aprovechando un momento que estaban solos, le tomé la medida a una de sus prendas y me fui a Triana a comprarle otro igual, pero de una talla mayor. La sorpresa fue mayúscula y por aquel simple detalle no sabía cómo agradecerlo dándonos las gracias una y otra vez.

Eusebio era un portento de la naturaleza. Utilizaba pantalones ajustados y el tren inferior era espectacular. No digamos nada de sus espaldas. Era un verdadero atleta, aunque él no le daba la mas mínima importancia. El simple hecho de caminar con él por la calle representaba no poder dar un paso, todos querían sacarse una foto a su lado o pedirle un autógrafo. Nosotros nos quedamos sorprendidos con la tranquilidad que se lo tomaba, dado que a todos les hablaba como si los conociera de toda la vida.

La gran sorpresa que nos depararía el servicio militar fue una vez finalizada la mili. El capitán Aguado era de Tenerife, argumentaba que Juan había recibido más permisos de los que le pertenecían y le obligó a ir a Tenerife 57 días sirviendo en su despacho escribiendo a máquina y cosas por el estilo. Dado que nosotros estábamos casados me tuve que trasladar a Tenerife, quedándonos en un lugar llamado La Cuesta. Se intentó por todos los medios hacerle cambiar de opinión, pero no hubo forma.

Nos puso un dúplex con todas las comodidades y aquella estancia en la isla hermana parecía más bien unas vacaciones. No tardó tiempo en que se convertiría en un seguidor de Juan, hasta límites insospechados, lo ponderaba continuamente diciendo que era de los mejores jugadores que había visto y no se perdía un entrenamiento de Juan. Lo idolatraba tanto que de regreso a Gran Canaria venía de Tenerife solo para verlo jugar.

A decir verdad, a todos los jugadores les gusta recibir buenas críticas que te ayudan mucho a subir tu autoestima y darte esa dosis de moral que en ocasiones te falta, pero todo tiene un límite.

Alrededor de todo buen jugador hay mucha gente algo fanática, que se extralimita y en ocasiones llega a resultar realmente incómodo.

En el cuartel de La Montaña llegaría a jugar en un equipo de fútbol y otro de baloncesto. Este último no se le daba mal y metía muchas canastas aunque en aquellos tiempos no existían los triples. El baloncesto ha ido evolucionando y hoy se juega con una rapidez endiablada.

En el cuartel de La Montaña se congregaba mucha gente para verlos jugar ante los de Infantería, Ejército del Aire e Infantería de Marina.

Los primeros meses tenia que ir a las 7 de la tarde, hasta que le dieron el pase definitivo. Yo le llevaba la cena a las nueve con algún extra que él compartía con sus compañeros.

Juan era extremadamente generoso y cuando hablo de generosidad no me refiero solamente a lo material, sino a su tiempo, buenos y malos momentos, alegría y dolor.

Cuando se licenciaron los soldados hicieron una gran fiesta de despedida llegando a sus casas al amanecer.

Recuerdo igualmente que cuando le preguntaban qué era lo más emocionante de aquellos partidos con la Selección solía decir: “Defender los colores de la Selección es importante para cualquier jugador y si obtienes algún gol o te proclamas campeón del mundo ya se pueden imaginar. Pero si tengo que elegir me quedaría con las notas del himno nacional. Cuando escuchas el himno de tu país interpretado a pie del campo, rodeado de todos tus compañeros, es algo indescriptible que es difícil expresar con palabras”.

 

 

 

VIDA DE MILITAR

 

Juan Guedes.

 

Juan Guedes en el periodo militar

 

La Selección Nacional Militar en el Hotel Asturias donde concurrieron excelentes jugadores.

 

Preparados para viajar a Asturias (Liguilla final)

 

Juan Guedes y Germán durante el servicio militar posando para la cámara.

 

 

 

Distintos momentos de la vida de Guedes en su periodo militar

 

 

 

 

 

Jura de bandera.
Guedes y Tonono.
Guedes y Germán en el cuartel.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Diferentes momentos de instrucción en la montaña

 

 

 

 

Vista parcial del campamento militar en la montaña.

 


 

 

 

 

Momentos junto a sus compañeros en la vida militar.
 


 

 

SELECCIÓN MILITAR

 

16-12-64

España                Francia

1                     1

 

Clasificación Mundial Militar 1965

Estadio:  Ramón Sánchez Pizjuán (Sevilla)

España:  Rodri – Aranguren – Gallego – Rebellón – Glaria IV – Guedes- Oliveros – Trallero – (Rogelio 43) – Vidal – Bancalero – Poli.

Banquillo:  Comas (p) – Martínez Jayo – Paquito – Marín – Echarri – Daucik – Echevarría – Flores – Brebal

Seleccionador:  Luis Alfonso Villalaín

Francia:  Laurier – Audran – Isnard – Meunier – Brucato – Kula – Margottin – Dogliani – Lech – Watteau – Loubet.

Arbitro:  Decio Bentes de Freitas (Portugal)

Goles:  Rogelio (80)  / Watteau (8)

 

 

 

Rodri, Aranguren, Gallego, Rebellón, Glaria IV, Guedes, Oliveros, Trallero, (Rogelio 43), Vidal, Bancalero, Poli.

 

 


 

14 de enero de 1965

Francia          España

0                         1

 

 

Clasificación Mundial Militar 1965

Estadio: Galin (Burdeos)

Francia: Laurier – Adrien – Isnard – Brucato – Desgeorges – Kula – Margottin – Dogliani – Lech – Loubet – Roy.

España:  Rodri – Aranguren – Gallego – Rebellón – Glaria IV – (Echarri 30) – Martínez Jayo – Oliveros – Bancalero – Vidal – Guedes- Poli

Banquillo:  Comas (p) – Flores

Seleccionador:  Luis Alfonso Villalaín

Arbitro:  Franz Geluck (Bélgica)

Gol:  —  / Guedes (46)

 


 

 

3 de marzo de 1965

Portugal              España

1                        1

 

Clasificación Mundial Militar 1965

Estadio:  Das Antas (Oporto)

Portugal:  Rui – Pedro Gomes – Jose Carlos – Herculano – Garrico – Jaime Graca – Pinto – Jaime – Eusebio – Serafim – Nóbrega.

España:  Rodri – Echarri – Gallego – Rebellón – Glaria IV – Martínez Jayo – Oliveros – Bancalero – Vidal -Guedes- Poli

Banquillo:  Comas (p) – Paquito – Moya – Brebal

Seleccionador:  Luis Alfonso Villalain

Arbitro:  Robert Lacoste (Francia)

Goles:  Nóbrega (36)  / Vidal (81)

 

 

 

 


 

 

1 de abril de 1965

España           Portugal

1                       0

 

 

Clasificación Mundial Militar 1965

Estadio:  Insular (Las Palmas)

España:  Rodri – Echarri – Gallego – Rebellón – Glaria IV – Martínez Jayo – Ufarte – Bancalero – Vidal – Guedes- Oliveros.

Banquillo:  Gómez (p) – Tonono- Aranguren

Seleccionador:  Luis Alfonso Villalaín

Portugal:  Rui – Pedro Gomes – Ribeiro – Herculano – Carrico – Jose Ferreira – Pinto – Simoes – Greca – Eusebio – Nobrega.

Arbitro:  Marcel Bois (Francia)

Gol:  Guedes (14)  /  —

 

Rodri, Echarri, Gallego, Rebellón, Glaria IV, Martínez Jayo, Ufarte, Bancalero, Vidal, Guedes, Oliveros.

 

Rui – Pedro Gomes – Ribeiro – Herculano – Carrico – Jose Ferreira – Pinto – Simoes – Greca – Eusebio – Nobrega.
Los jugadores guardan filas para escuchar los himnos nacionales.

Extraordinario gol de Juanito Guedes en el minuto 14 del encuentro que daría la victoria a la Selección Militar Española sobre la de Portugal.
Tonono y Germán en el banquillo local antes del encuentro ante Portugal.

 

Banquillo de la Selección española con el entrenador Villalaín y jugadores suplentes.

 

 


 

 

 

 


 

1 de julio 1965

España           Turquía

1                       2

 

 

Mundial Militar 1965 – Liguilla Final

Estadio:  El Molinón (Gijón)

España:  Rodri – Echarri – Gallego – Rebellón – Martínez Jayo – Glaria IV – Ufarte – Guedes- Grosso – Fuste – Oliveros.

Banquillo:  Rodri (p) – Badía (p) – Osorio – De Felipe – Tejada – Rogelio – Trallero – José María – Rodilla – Martínez – Germán- Moya

Seleccionador:  Luis Alfonso Villalaín

Turquia:  Yilmaz – (Ali) – Muzaffer – Maglagan – Nevzat – Talat – Coskun – Ogun – Medim – Guvem – Gusel – Ugur

Arbitro:  Michel Kitabdjan (Francia)

Goles:  Fuste (23)  / Guven (1p)(34)

 

 

 

Formación Inicial

 

 

Vidal, Germán, Guedes y Echarri

 

 

 


 

16 de diciembre 1965

España           U.S.A.

5                       0

 

 

Clasificación Mundial Militar 1966

Estadio:  La Condomina (Murcia)

España:  Comas – Aranguren – De Felipe – Rebellón – Tonono- Guedes- Ufarte – Pintado – Grosso – Fuste – Muñoz.

Banquillo:  Rovira (p) – Zugazaga – Antón – Tejada – Vavá – Vidal – Rodilla

Seleccionador:  Luis Alfonso Villalaín

U.S.A.:  Bell – Shaw – Apitz – Fleck – Piskel – Montesinos – Defort – Millar – Elia – Djordjavic – Wolanov.

Arbitro:  Marcel Bois (Francia)

Goles:  Fuste (25)(57p) – Muñoz (53) – Grosso (83)(88)

 

 

 


 

31 de marzo 1966

España           Portugal

1                       0

 

Convocado – No Juega (También son convocados Tonono, Germán y León)

 


 

 

 

6 de abril 1966

Portugal           España

0                       1

 

 

Clasificación Militar Mundial 1966

Estadio:  Da Luz (Lisboa)

Portugal:  Rui – M. Rodrigues – Baptista – R. Rodrigues – Carrico – Gervasio – Pinto – Simoes – Eusebio – Lourenco – Nobrega.

España:  Reina – Zugazaga – Gallego – De Felipe – Tonono- Larrauri – Guedes- Ufarte – Grosso – Fuste – Vavá.

Banquillo:   León

Seleccionador:  Luis Alfonso Villalaín

Arbitro:  Karl Goppel (Suiza)

Goles:  —  /  Vavá (4)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

La U.D. Las Palmas venció por la mínima diferencia al Melilla con gol de Santamaría.

Bochornoso arbitraje del colegiado Sr. José Prats Quintana.

Guedes se lesionaría a los seis minutos de juego, teniendo que pasar a la posición de extremo izquierdo el resto del partido.

Alineación que presentó la U.D. Las Palmas: Oregui, Ardura, Tonono, José Luis, Torrent y Guedes. De rodillas: Vegazo, Germán, Erasto, León y Santamaría.
Alineación del Melilla: Roca, Elogio, Ramos, Herrero, Ibánez y Boni. De rodillas: Martín Villa, Antoñito, Kapddur, Molla y Breval.
Gol de Santamaría que suponía los dos puntos en litigio para el conjunto canario.

 

Victoria de la U.D. Las Palmas con gol de picaresca del centro delantero Erasto.

En esta página web hemos venido reflejando la trayectoria deportiva del célebre jugador Juanito Guedes en sus encuentros con el equipo amarillo.

No obstante al tratarse de una confrontación que ha dejado indeleble huella en los aficionados por el gol ´oportunista´ de Erasto

hemos pensado que podría ser de interés su reproducción aunque no esté en la alineación Juanito Guedes.

 

El gol de picardia de Erasto:

Ante un ataque de la U.D. Las Palmas al área granadina, el guardameta Otero bloca el balón, interpretando previa falta del delantero Erasto.

El árbitro de la contienda Sr. Orrantia ya cerca del centro del campo le ordena que despeje el balón. Otero en la creencia que el árbitro ha pitado falta coloca el esférico al borde del área grande.

El jugador Erasto que había venido siguiendo con atención la jugada se percata del error del guardameta corriendo hacia el balón cuando Otero retrocedía a efecto de coger impulso y despejar desde el césped con fuerza el balón, circunstancia que aprovecha Erasto con picardía al llegar antes y marcar a puerta vacía ante el asombro del graderío.

El delantero canario corre hacia el centro del campo para celebrar el gol con sus compañeros mientras el guardameta Otero encolerizado corre hacia el centro del campo reclamándole al árbitro la jugada e increpando al delantero amarillo.

 

Alineación de la U.D. Las Palmas: Oregui, Ardura, Tonono, José Luis, Evaristo y Torrent. De rodillas: Vegazo, Germán, Erasto, León y Santamaría.

 

Alineación del Granada: Otero, Torres, Alcantarilla, Yedidi, Manolet, Pellejero y Portero suplente. De rodillas: Coll, Pirri, Chapela, Almagro y San Román.
Los capitanes de la U.D. Las Palmas y Granada C.F. Manolet y Erasto con el trio arbitral.

 

El entrañable y legendario guardameta internacional Ignacio Izaguirre nos visitaría en esta ocasión como entrenador del Granada C.F.
El arbitro Sr. Orrantea Capelastegui que influyó notoriamente en la jugada del gol de la U.D. Las Palmas marcado por Erasto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Reaparición de Juanito Guedes ante el C.D. Tenerife.

El medio volante amarillo se muestra optimista en los días previos al partido.

Victoria de la U.D. Las Palmas sobre el Tenerife por un tanto a cero con gol

de cabeza de Erasto a los tres minutos del segundo tiempo.

Formación amarilla que vencería al C.D. Tenerife en el partido de rivalidad isleña: Oregui, Tonono, Torrent, José Luis, Evaristo y Guedes. De rodillas: Vegazo, Germán, Erasto, Santamaría y Juan Luis.

 

 

Alineación del C.D. Tenerife: Javier, Álvaro, Molina, Martínez, Felipe y Borredá. De rodillas: Paquillo, Justo Gilberto, José Juan, Padrón y Santi.
Molina desvia de cabeza un balón tras sensacional jugada de Germán driblando tres contrarios.

 

16 de marzo de 1964

 

 

La U.D. Las Palmas firme candidato al ascenso.

En la Rosaleda de Málaga el equipo amarillo vencería al malacitano por la mínima diferencia

con gol de Gilberto en el segundo minuto del encuentro.

En el análisis individual, Juanito Guedes realizaría un gran encuentro dominando el centro del campo.

 

 

Juanito Guedes saluda en los prolegómenos del encuentro.

 

20 de marzo de 1963

 

 

Nueva victoria de la U.D. Las Palmas en el Estadio Varela ante el San Fernando.

Los dos goles del encuentro serian marcados por Erasto y Vegazo.

En la imagen Juanito Guedes que realizó un extraordinario partido siendo la pieza clave del juego del equipo.
Vicente Dauder entrenador de la U.D. Las Palmas que llevaría con paso firme la dirección del equipo hacia la Primera División.

 

24 de marzo de 1964

 

 

 

El Algeciras no fue enemigo para la U.D. Las Palmas.

Brillante triunfo por tres goles a cero, con goles de Gilberto, Evaristo y Juan Luis.

Otro gran partido de Juanito Guedes que se adueñó del centro del campo.

Alineación de la U.D. Las Palmas: Oregui, Aparicio, Tonono, José Luis, Torrent y Guedes. De rodillas:Juan Luis, Evaristo, Erasto, Gilberto y Vegazo.
Alineación del C.F. Algeciras: Torolló, Dámaso, Juan José, Rafael, Hita y Domingo. De rodillas: Monóvar, Jesús, Moli, León y Tapia.
En la instantánea de Hernández Gil momento donde Gilberto consigue el primer tanto tras un centro de Juanito Guedes y desvío de cabeza de Erasto.
En la imagen el guardameta Torolló intenta detener un soberbio tiro de Evaristo que conseguiría un extraordinario tanto.

 

31 de marzo de 1964

 

 

Se continua el camino hacia la Primera División y La U.D. Las Palmas ya está en cabeza del Grupo Sur,

venciendo al Mallorca por dos tantos a cero, con goles de Torrent y Juanito Guedes.

Alineación de U.D. Las Palmas: Oregui, Aparicio, Tonono, José Luis, Torrent y Guedes. De rodillas: Juan Luis, Germán, Erasto, Gilberto y Vegazo.

 

Alineación: Galán, Doro, Bolao, Sanz, Forteza y Arqué . De rodillas: Lerma, Coque, Pepillo, Sampedro y Mir.
En la imagen momento en el que Juanito Guedes ejecuta una pena máxima dando el balón en el poste y salió hacia fuera.

 

En la instantánea el guardameta Galán observa el balón tras fortísimo disparo de Torrent que conseguiría el primer tanto del encuentro.
El excelente medio amarillo salta jubiloso tras marcar el segundo gol del encuentro que supondría la victoria frente al Mallorca y situaría a la U.D. Las Palmas a la cabeza del Grupo Sur.
Los jugadores abrazan a Guedes tras la consecución del gol del triunfo.

 

14 de abril de 1964

 

 

 

Sensacional victoria en el Estadio de Las Colonias de Abarán. La U.D. Las Palmas, a un punto de regresar a la Primera División.

Los goles amarillo fueron obtenidos por Vegazo, Guedes y Gilberto.

El guardameta Oregui pararía un penalti a tres minutos del final del encuentro. 

Guedes, formidable, el mejor jugador sobre el terreno. Su actuación fue verdaderamente escepcional,

causando enorme sensación en el público,

hasta el punto que el presidente del Abarán y muchos espectadores acudieron a felicitarle al final del encuentro.

Aficionados canarios en el Estadio de Las Colonias de Abarán
Los jugadores de la U.D. Las Palmas se retratan con los aficionados incluyendo el masajista Pepe González y el entrenador Vicente Dauder.

 

 

 

 

Ambiente emocionante en las gradas con más de dos cientos espectadores canarios.

 

Fue un triunfo magnífico que vino a confirmar la excelente campaña realizada por el equipo amarillo, con un sprint final verdaderamente portentoso. El ganar en Abarán a un equipo que se veía amenazado con el descenso a Tercera, fue una proeza que merece ser elogiada en su justa medida. La victoria del equipo amarillo le permitía seguir disfrutando de su condición de líder ganada a pulso que se mantendría hasta el final.

 

 

 

 

Alineación que presento la U.D. Las Palmas en la gloriosa victoria de Abarán: Oregui, Aparicio, Tonono, José Luis, Ardura y Guedes. De rodillas: Juan Luis, Torrent, Gilberto, Erasto y Vegazo.
Formación del Abarán: Baltermi, Bernardo, Rincón, Garre, Toledo e Iruzquieta. De rodillas: Besó, Chechu, Martos, Eloy y Chacho.
Los capitanes de la U.D. Las Palmas y el Abarán Aparicio y Garre, con el colegiado del encuentro Sr. Pardo Hidalgo y los jueces de linea.

 

La U.D. Las Palmas por tercera vez en la División de Honor tras empatar con el C.D. Mestalla 1-1,

proclamándose campeón del Grupo Sur con todo merecimiento.

Cuando se perdía por la mínima diferencia ante el Mestalla el medio volante Ardura conseguiría establecer el gol del empate.

 

 

La banda de Mejias daría la vuelta al terreno de juego entonando el clásico riqui-raca bajo el delirio de las gradas el Insular.

 

Los jugadores y técnicos del tercer ascenso de la U.D. Las Palmas a Primera División, posan para la cámara de Hernández Gil antes del comienzo del encuentro. De izquierda a derecha, de pie: Vicente Dauder, Oregui, Aparicio, Tonono, José Luis, Ardura, Torrent y Ulacia. De rodillas: Juan Luis, Erasto, Gilberto, Guedes y Vegazo.
Alineación del Mestalla: Català, Escudero, Vidal, Domenech, Planes, Sendra y Vadía (portero suplente). De rodillas: Fuertes, Terol, Navarro, Nolito y Muñoz.
Los capitanes de la U.D. Las Palmas y C.D. Mestalla posando con el colegiado del encuentro Sr. Eurruestarazu y sus jueces de línea.
El entrenador del Mestalla Sr. Isturraspe Cuevas.
Banquillo canario. De izquierda a derecha, el entrenador Vicente Dauder y su auxiliar Carmelo Campos Salamanca.
A la salida de un córner efectuado por Juan Luis, el medio volante Ardura remata de cabeza limpiamente adelantándose al futuro portero amarillo Catalá.
Disparo de Evaristo al marco del Mestalla. El jugador de la U.D. Las Palmas Juanito Guedes y el guardameta Catalá tratan de aproximarse a la trayectoria del balón.
El entrenador de la U.D. Las Palmas, Vicente Dauder, felicita a Juanito Guedes a la finalización del encuentro.
El capitán amarillo Aparicio recibe de manos del Presidente de la Corporación Cabildicia la Copa del Cabildo.
Aparicio alza la Copa de Campeones de Liga en presencia de sus compañeros y aficionados.
El entrenador de la U.D. Las Palmas, Vicente Dauder a hombros de Juanito Guedes. Le acompañan en su vuelta victoriosa al campo el resto de sus compañeros de equipo.

 

 

 


 

 

1963-64

Un ascenso agridulce

 

Lo más destacado de este año del ascenso a Primera División fue nuestro contundente triunfo en el Estadio de Las Colonias de Abarán por 0-3, con multitud de aficionados canarios que llegaban de todas las regiones de España y de las propias islas.

El recibimiento en el aeropuerto de Gando fue muy emotivo. Aún recuerdo cómo un Juanito Guedes vestido con el uniforme del club, era manteado por una gran multitud de aficionados una vez se abrían las puertas de salida. El ruido era ensordecedor con bandas de música, pancartas y banderas de la U.D. Las Palmas.

Los jugadores atrapados entre la multitud se las veían y deseaban para llegar al autobús que le esperaba a la salida.

Una vez dentro la caravana de coches haciendo funcionar los cláxones y bocinas, eran de tal magnitud que se vieron obligados a conducir lentamente, la expedición amarilla era vitoreada por todo el trayecto con hogueras y bengalas hasta la antigua Sede Social en la Plazoleta de Luis Antúnez, nº 1.

El Mestalla llegaba a la semana siguiente y la expectación durante la semana fue inenarrable, con preparativos de toda índole para festejar el tercer ascenso de la U.D. Las Palmas a la División de Honor. Sin embargo, aquella tarde surgiría lo inesperado la U.D. Las Palmas era ya virtual campeón, pero sus jugadores incomprensiblemente saldrían atenazados por los nervios fallando en todas sus líneas. El equipo valenciano, que no se jugaba nada en el envite, al notar la imprecisión en los pases y jugadas elaboradas por el conjunto isleño, se dedicaron a enlazar jugadas con perfecto dominio del balón y peligrosas incursiones por ambas bandas, propiciando el abucheo del público, que se mostraría aquella tarde muy exigente con nuestro equipo.

Los resultados no comenzaban de forma favorable, y para agravar más la situación el Mestalla se adelantaba en el marcador. Lejos de animar a nuestro equipo, los silbidos van en aumento incrementando la tensión del momento. Cuando más arreciaban las protestas del graderío el medio volante Ardura logra el gol del empate batiendo a Catalá que defendía aquella temporada los colores del Mestalla.

El encuentro finalizaría con empate a un gol, consiguiendo el equipo amarillo su tercer ascenso a Primera División, tras cuatro largas y tediosas temporadas en la categoría de plata. Pero, al contrario que en otras ocasiones, aquel anhelado ascenso se tornaba al decir de los ingleses en bitter/sweet (agridulce). En muchas ocasiones he pensado sobre aquel encuentro y la extraña reacción del respetable.

Nuestros jugadores habían entrado al vestuario con lágrimas en los ojos mientras un silencio indescriptible se palpaba en el ambiente.

Una vez los jugadores entran a vestuarios se produce una reacción inexplicable y tardía, que nunca he llegado a comprender. El público, dada su actitud durante el transcurso y final del encuentro, lejos de abandonar las gradas del insular, comienzan gradualmente a reclamar la presencia de los jugadores que ya estaban en las duchas.

Los componentes del equipo amarillo, que habían realizado una magnífica temporada, dolidos con la actitud del público, no querían salir de vestuarios a festejar aquel grandioso triunfo con la afición, siendo necesaria la presencia del presidente Juan Trujillo Febles y el secretario general Jesús García Panasco para calmar a los jugadores aconsejándoles olvidar el inesperado comportamiento del público y salir de nuevo al terreno de juego.

Habría que significar de igual forma, que a pesar de los abucheos a la finalización del encuentro, los aficionados habían permanecido en sus localidades. El cambio que se produjo en el Estadio Insular fue radical. El público con pañuelos blancos y una prolongada ovación, recibía a nuestros jugadores a su salida al campo mientras las bandas de Mejias y Agaete daban la vuelta al terreno de juego coreando al unísono el célebre riqui-raca.

El capitán Aparicio portando la copa dirigía a las huestes amarillas hacia el centro del terreno.

Los jugadores tras dar la vuelta al terreno de juego a petición del público mantearían a su técnico Vicente Dauder, quien no podía haber tenido mayor acierto en su primera temporada a cargo del equipo. Este proceder al ascender un equipo a Primera División nunca lo he observado en mi dilatada trayectoria en el fútbol.

En ocasiones es difícil entender las reacciones del ser humano.

Los equipos presentarían las siguientes formaciones: U.D. Las Palmas:

Oregui, Aparicio, Tonono, José Luis, Ardura, Guedes, Juan Luis, Torrent, Gilberto I, Evaristo y Vegazo.

Mestalla: Catalá, Escudero, Vidal, Domenech, Planes, Sendra, Fuertes, Terol, Navarro, Nolito y Muñoz.

Goles (Ardura) (Navarro)

Foto de Hernández Gil publicada en el libro del cincuenta centenario del Club y con posterioridad en la Sala Vip del Estadio Gran Canaria.

 

 

29 de mayo 1964

 

 

 

 

 

 

1 de junio 1964

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

TEMPORADA 60 / 61


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TEMPORADA 64 / 65


TEMPORADA 65 / 66


TEMPORADA 66 / 67


TEMPORADA 67 / 68


LA U.D. LAS PALMAS SE PROCLAMA SUBCAMPEÓN DE LIGA EN LA MEJOR TEMPORADA DE SU HISTORIA


TEMPORADA 69 / 70


TEMPORADA 70 / 71