Retratos y Memorias

 

 

CAPÍTULO XXVII

 

 

 

 

Antiguas portadas de los periódicos LA PROVINCIA y DIARIO de LAS PALMAS

 

 

 

 

LA PROVINCIA y Diario de Las Palmas, dos cabeceras que ya forman parte de la historia del archipiélago canario. En la actualidad forman parte de una única cabecera desde que el vespertino Diario de Las Palmas dejase de publicarse en el año 2000 para fusionarse con La Provincia.

LA PROVINCIA se editó por primera vez el 1 de mayo de 1911, finalizando su primera etapa en 1955 volviendo nuevamente a su edición diario en 1966.

Esta cabecera nació para impulsar la división del archipiélago en dos provincias debida a que sólo existía una única capital que estaba ubicada en Santa Cruz de Tenerife.

 

 

Uno de los primeros talleres del Diario de Las Palmas

 

Fachada el periódico LA PROVINCIA

 

Este objetivo se logró 16 años después en el año 1927 con la separación de dos islas en dos provincias.

Diario de Las Palmas salió a la calle por primera vez el 1 de diciembre de 1893 y fue fundado por Fernando de León y Castillo.

En 1984 Editorial Prensa Canaria fue el germen de la actual Prensa Ibérica, cuenta con 25 cabeceras 10 seminarios y revistas y 50 portales digitales. Este grupo editorial está presidido por Javier Moll.

 

 

 

Interior de los talleres del Diario de Las Palmas

 

 

 

En la historia de la U.D. Las Palmas tanto LA PROVINCIA como Diario de Las Palmas desempeñaron, entre otros, un papel relevante.

Sus crónicas fueron de una importancia capital en aquellos difíciles momentos de la fusión de los cinco clubes históricos y sirvieron para apaciguar tempestades y fricciones volviendo de nuevo a brotar la llama de la ilusión en todos los ciudadanos de Gran Canaria que asumían el denominado equipo único como una proyección de sus propios clubes.

Desde aquel lejano día de la constitución de nuestro club el 22 de agosto de 1949,  numerosos han sido los escritores y periodistas que han plasmado hermosos artículos sobre la institución. Algunos, sin ninguna vinculación laboral con los periódicos mentados y otros cronistas de la empresa que, por su dedicación y dilatada trayectoria siguiendo el devenir de la U.D. Las Palmas, dejarían imborrable recuerdo.

Durante la militancia en el club amarillo de Juanito Guedes (1960/1971), Antonio Lemus y Luis García Jiménez, encabezarían la mayoría de las crónicas deportivas de nuestra U.D. Las Palmas, tanto en el Estadio Insular como desde la redacción de enviados especiales por toda la geografía peninsular. Ambos, al estar en primera línea y encabezar los titulares de las crónicas deportivas eran más conocidos por la masa social y mundo del deporte en general. Sin embargo, no conviene olvidar que detrás de ellos se encontraban un gran número de excelentes profesionales que, en la sombra, realizaban una ardua y encomiable labor. Seres anónimos que trabajaban denodadamente día y noche cubriendo las tareas mas ingratas sin el menor reconocimiento. Profesionales que por sus desvelos con la empresa y con la propia entidad amarilla, merecen nuestro reconocimiento y perenne deuda de gratitud.

Profesionales como Rafael González Morera, Luis García Jiménez, Pedro González, Fernando Díaz Cutillas, Guillermo Cerezo y otros, que transitaban por diferentes lugares llevando la intra historia del club, acudiendo a los entrenamientos o esperando una vez finalizados los encuentros nocturnos con el estadio en penumbra, en la salida de vestuarios a los jugadores, para darnos la oportunidad de leer al día siguiente las opiniones de jugadores, técnicos y directivos.

En ocasiones, se veían obligados a esperar durante largo tiempo a que el árbitro tras la reparadora ducha, redactara el acta del encuentro para poder entrevistarle.

Era de igual forma, un trabajo arriesgado, dado que el equipo que perdía, con los nervios a flor de piel, podía tener un comportamiento desagradable. Luego, tras cubrir la información durante largas horas era preceptivo encaminar sus pasos a la redacción del periódico.

Allí comenzaba la ímproba tarea de configurar la página que vería la luz al día siguiente, regresando al hogar a altas horas de la madrugada.

Durante la trayectoria profesional de Juanito Guedes, el espigado seis amarillo fue entrevistado en numerosas ocasiones, siendo uno de los jugadores de la U.D. Las Palmas más requerido por los aficionados.

En estas líneas, he pensado recopilar algunas de las entrevistas en diferentes momentos de la vida del jugador y componer una especie de miscelánea teniendo como testigos a su propia familia, que me aclararan y orientaban en algunas respuestas. Dado que la mayoría de las entrevistas fueron realizadas en su propia casa del Alto de Los Leones, entre infinidad de fotografías familiares y recortes de periódicos de una presencia vencida por el transcurso de los años, he querido dedicar este capítulo a todos aquellos trabajadores de prensa escrita y gráfica por todos sus desvelos y sacrificios.

Muchos de estos artículos y entrevistas hacían deferencia a su vida familiar, gustos, costumbres y forma de vida, sin orillar su trayectoria deportiva que siempre está latente en su vida cotidiana, formando unos lazos indisolubles difíciles de abordar por separado en referencia a su niñez.

 

 

 

Juanito Guedes, un niño afortunado

“En aquellos años había mucha pobreza que podías sentir y contemplar tan pronto salías de tu domicilio. También habían muchas familias en proceso de alfabetización que vivían bajo el umbral de la pobreza. Yo, sin grandes lujos, no pasé por esta clase de situaciones. En mi familia todos trabajaban y mis padrinos (tíos) me dieron todas las facilidades posibles en cuanto a mis estudios, que pudieron ser infinitamente mejores si yo hubiera puesto algo de mi parte, pero tengo que reconocer que los estudios no eran mi fuerte y me aburrían sobremanera. Tenía facilidad, dado que terminaba aprobando los cursos, pero todo ello representaba un sacrificio enorme.

Recuerdo que cuando llegaba el final de curso y apretaba, me recluía en mi habitación y me costaba mucho concentrarme. Mi mente estaba en otro lado, siempre detrás de un balón.»

 

Juanito Guedes en las gradas del Estadio Insular.

 

 

Juanito Guedes posando para para la entrevista.

¿Tanto le apasionaba a usted el fútbol?

Yo estaba completamente abducido por el fútbol.

Desde aquel primer encuentro que presencié en el Estadio Insular ante al Athletic de Bilbao, este deporte dejó una huella imborrable en mí y a partir de esa fecha no pensaba en otra cosa que estar corriendo detrás de una pelota con mis amigos del barrio.

Mis vivencias infantiles eran las de todos los niños que vivían en un entorno rural, aunque cerca de la ciudad.

 

¿Conserva aún esos amigos?

Sí, claro, los amigos de la infancia nunca los podré olvidar y nos vemos con relativa frecuencia.

Hay que entender que muchos de ellos han trasladado su residencia a otros lugares y la vida nos va obligando a cambiar nuestros hábitos.

Recuerdo a Juan, Pedro (Kiko), Pino, Domingo, Pepe, Manolo, Santiago (Chago), Ramón (Cuco), Paquitín, Nicolás Monche y también, Perico, Vicente Reyes y Ventura, que jugarían conmigo en el Juventud Tamaraceite y en el Porteño. Nos pasábamos todo el día jugando a la pelota en los estanques de barro o cazando lagartos en el barranco Guiniguada, que cuando llovía era lo más semejante a una selva virgen, bañándonos en los manantiales y estanques o haciendo perrerías todo el día.

No nos gustaba bajar a la ciudad, preferíamos la vida en el campo, al aire libre y en plena libertad. Cuando teníamos que bajar a Las Palmas, lo hacíamos por algún motivo especial y al poco rato ya estábamos deseando regresar al campo.

 

Luego vino el trabajo de mecánico…

Bueno, no sé si se me puede llamar mecánico. Nunca fui profesional en este oficio.

Mis padrinos no querían verme ocioso todo el día jugando al fútbol y cuando dejé los Padres Paúles, procuraron buscarme centros de enseñanza como la Escuela de Comercio, o que aprendiera un oficio.

Ellos se preocupaban mucho de mi educación y me controlaban en todo momento, queriendo saber dónde estaba a cada hora del día.

Me gustaba la mecánica de motos y coches y llegué a ser un buen aprendiz.

 

 


 

 

DÍAS DE RISAS CON AMIGOS

 

 

 

 

Gerogina Ojeda, esposa de Juanito Guedes, con unos amigos en un día de campo.
Juanito Guedes con Torrent y Germán, en un día de procesión.
Juanito Guedes, en la Ciudad Condal.

 

 

Juanito Guedes, Tonono y Oregui, en una expedición a la geografía peninsular.
Juanito Guedes con sus compañeros, Tonono, Gilberto, Germán y Juan Luis.
Juanito Guedes en una comida con sus compañeros de la U.D. Las Palmas, Antonio Lemus, Ulacia, Vegazo, Oregui, José Luis, Gilberto I y los anfitriones.
Juanito Guedes siempre unido a los jóvenes.
Juanito Guedes y su esposa, Georgina Ojeda, en un paseo con el coche.
Juanito Guedes, Miguel Soto Galindo, José Luis Ojeda Nuñez, Antonio Ojeda Vera, Antonio Ojeda Núñez y Agustín Núñez García, en un día de campo con la familia.
Juanito Guedes, en una degustación con algunos de sus compañeros, León, Aparicio, Ulacia, Romero y Sánchez.

 

 

Juanito Guedes y sus compañeros de equipo, León y Aparicio con sus respectivas esposas en una comida.

 

Juanito Guedes con sus compañeros, Aparicio y Gilberto con varios amigos.
Juanito Guedes entregando un trofeo en el antiguo campo que lleva su nombre, en presencia de su compañero Germán Dévora y Antonio Suárez a la sazón directivo del Tamaraceite.
Juanito Guedes en un día de campo.
Juanito Guedes y Tonono, en un simulacro de pesca, deporte que no les apasionaba.

 

Juanito Guedes en una comida oficial del club.
Juanito Guedes con Castellano, Trona, Hernández, Estévez y León en un desplazamiento a la península.

 

Juanito Guedes en una familia familiar con su cuñado Juan «El rubio».
Juanito Guedes, Gilberto II, Catalá y Ló.

 

 

Juanito Guedes posando para la cámara en un día de paseo.

 

Juanito Guedes con sus amigos en la zona sur de la isla en un día de verano.

 

 

Juanito Guedes con su buen amigo Serafín y los hijos de éste en la Carrizal.

 

Juanito Guedes en un desplazamiento a la península con Aparicio, Germán, Tonono y Castellano.

 

 


 

¿Se dice que conducía usted a muy corta edad?

Bueno, en parte es verdad, pero todas las cosas hay que mirarlas desde su contexto. Hay que entender que yo trabajaba en la empresa de Los Betancores y ya te daba cierta credibilidad. Por otra parte, tenía el carnet de mecánico y trataba de conducir por carreteras no transitadas. Además, la ciudad no tenía nada que ver con lo que es ahora.

 

¿Cómo es posible que unas personas tan populares como tú y Tonono, que ya llevaban jugando en la U.D. Las Palmas varios años encaminaran sus pasos a la parada de guaguas en lugar de haber adquirido un coche?

Sí, a muchas personas les llamaba la atención vernos subir a la guagua, y quizá pueda en la actualidad parecer extraño, pero nosotros teníamos otras prioridades como eran la de comprar una casa a nuestras familias o emplear el dinero en otros menesteres.

En la temporada del ascenso con Vicente Dauder, adquirí mi primer coche, un Peugeot 403, hasta comprar el 404 color burdeos recientemente.

 

 

Juanito Guedes con su primer coche, un Peugeot 403 en el Alto de Los Leones.
Juanito Guedes con su íntimo amigo Pepe Montesdeoca, en el segundo coche y último coche que compraría el jugador, un Peugeot 404 color burdeos, posan para la cámara en un paseo a la cumbre.

 

 

¿Cómo eran sus veranos?

Naturalmente todo va cambiando con los años.

De niño y en mi primera juventud solía ir al sur, donde residían mis padres y hermanos. Mis vacaciones siempre fueron muy alegres, pues aparte de estar con mi familia, tenía la oportunidad de jugar en muchos equipos con futbolistas muy experimentados, donde fui adquiriendo destreza y, en cierta medida, se fue forjando mi carácter y personalidad.

 

Juanito Guedes con su cuñado Antonio Ojeda y amigos en Tamaraceite.
Juanito Guedes en la infancia con sus amigos en una salida por la ciudad.

 

 

 

¿Se dice que siente usted verdadera pasión por el mar y es un excelente nadador?

Sí, el mar es una de mis grandes debilidades. No podría vivir sin tener contacto con el agua salada. He estado en casi todas las playas de la isla. También en Lanzarote, Fuerteventura y Lobos, y todas me encantan. Siento especial predilección por las del sur de la isla de Gran Canaria.

Playas y caletas de agua cristalina donde reina una paz inalterable.

Solía ir con mis amigos del sur y mis hermanos, y cada vez que puedo me doy una escapada.

En mis tiempo del Juventud Tamaraceite como la mayoría vivían en aquel municipio, frecuentábamos las del norte como Sardina o Agaete.

 

 

(1964)

ISLA DE LOBOS, JUAN GUEDES, APARICIO Y ULACIA 

 

 

 

Pero no me ha mencionado sus habilidades como nadador

Es natural que frecuentando tantas playas y teniendo tanta afición por los deportes acuáticos practicaba con asiduidad. Mi constitución también me ayuda al tener largos brazos y piernas.

 

¿Sigue practicando la misma actividad y estando tan cerca del mar?

No en la misma medida. Por un lado, soy un profesional del fútbol y se nos tiene prohibido, por otra parte, no es lo mismo ser una persona soltera y sin responsabilidades, a estar casado y con familia. Sin embargo, en ocasiones solemos ir a la isla de Lobos o otras playas.

Ulacia y Aparicio son aficionados a la pesca y suelen invitarme.

 

¿Cómo es un día normal en la vida de Juanito Guedes?

Depende de si estamos en competición o en vacaciones. Si estamos en pretemporada, el entrenador de turno decide el lugar y la hora de los entrenamientos. Todos tienen modelos de actuación muy diferentes.

Al llegar a la U.D. Las Palmas mi padrino me bajaba al Estadio Insular y regresaba con algún compañero o amigo no vinculado al club.

Siempre he tenido un gran número de conocidos y amigos a los que tenía que decirles que se tranquilizaran, dado que todos se peleaban por llevarme de regreso a casa. Luego, al comprar mi primer coche me tocaba a mí bajar o subir a algún canterano que aún no disponía de automóvil.

En el torneo liguero trataba de cuidarme y normalmente solíamos tener un día libre para descansar, por lo general solíamos salir con compañeros del equipo.

En un principio estábamos muy unidos a Santiago Espino, dado que cuando llegué a club fue un verdadero padre para mí. Él había jugado en Primera División y me cuidaba como si yo fuera un niño, yo me reía mucho con su forma de ser tan sana. Tras el entrenamiento me llevaba en su coche a casa de sus padres en Tafira Baja, donde vivía. En otras ocasiones nos íbamos al Carrizal, donde vivían mis padres y hermanos. En ambos domicilios nos quedábamos a almorzar.

 

Juanito Guedes con dos amigos en la zona sur.

 

 

Cuando teníamos el día libre, no niego que solíamos tomarnos algún aperitivo, teniendo recuerdos verdaderamente entrañables. Sin embargo, nunca olvidábamos que éramos profesionales y teníamos que estar descansados para el entrenamiento matinal. Por otra parte, algunos entrenadores solían llamar por teléfono con la intención de averiguar si nos encontrábamos en nuestros respectivos domicilios.

Santiago Espino causó baja en el club fichando en el Atlético de Ceuta, quedándonos Tonono y yo como amigos más cercanos.

 

 

EXCURSIÓN A LA CUMBRE CON AMIGOS

 

 

 

 

 

 

 

DÍAS DE PLAYA

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Georgina Ojeda con Juani

 

 

Juanito Guedes con Juani en brazos.

 

 

 

 

 

Muchas personas los ven como amigos inseparables, porque al igual que Santiago Espino proceden de un entorno rural.

No sé si esa puede ser la causa. No obstante, el club es una gran familia y todos nos llevamos excelentemente. Le podría hablar de Ulacia, Aparicio, Castellano, Germán y de Gilberto, entre otros.

Sé que muchas personas nos asocian por no vivir en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Recuerdo que a Espino, desde ciertos sectores, le llamaban ‘campesino’.

A nosotros, lejos de molestarnos nos halaga, dado que es en entornos rurales donde he conocido a las personas más honestas y serias. Tanto Tonono como yo, nos encanta visitar los campos y pasar el día en plena naturaleza. Esta costumbre nos viene desde niños.

No hay nada como el aroma que desprende la naturaleza, la paz y la tranquilidad.

 

 

 

 

 

 

 

Se dice que es usted muy exigente respecto a sus gustos culinarios

Opino que soy una persona sencilla en cuanto a mis preferencias culinarias. Lo que sucede, es que en casa siempre he tenido grandes cocineras.

Mi abuela, mi madrina y mi hermana Carmen, con quienes me crié, eran magníficas y se pasaban largas horas elaborando platos exquisitos.

Ahora, de casado, me encuentro con una mujer que se pasa el día coleccionando recetas de cocina y siempre me da alguna sorpresa.

Todos los invitados salen maravillados con sus guisos y muchas personas vienen a pedirle consejo. Se ha convertido en una experta profesora. Yo soy de gustos sencillos y nada sofisticados, pero sí algo exigente en su elaboración.

 

 

¿Cuáles son sus platos preferidos?

Con todos los viajes a diferentes países he podido comer en lugares muy sofisticados, y le puedo decir que la comida española, y en particular la canaria, no tiene nada que envidiar a la gastronomía de otros países.

Hay que reconocer que en el País Vasco, por ejemplo, se come divinamente, pero aquí en las islas también.

En vacaciones suelo levantarme muy tarde, soy muy dormilón y no tengo ninguna dificultad para conciliar el sueño.

Suelo desayunar a la inglesa con huevos, bacon o jamón frito y salchichas. Todo ello acompañado de un café con leche y un zumo de naranja. Al llegar al mediodía, mi mujer siempre me sorprende con algún plato: pescado fresco, entrecot, solomillo, arroz a la cubana, paella de mariscos…

Tengo que reconocer que soy una persona de comida y que las cenas también suelen ser copiosas y variadas.

Los futbolistas quemamos muchas calorías en los encuentros y entrenamientos, y debemos recuperar los kilos perdidos.

 

 

 

 

Santiago Espino, Pepe Montesdeoca y Juanito Guedes formaban un trío musical muy afinado

(risas)

La verdad es que Santiago y yo éramos un auténtico desastre. El único que tocaba y cantaba bien era Pepe Montesdeoca, pues le venía de familia.

Recuerdo que nos reíamos mucho porque Santiago Espino y yo lo hacíamos enfadar, dado que cada vez que se ponía a afinar la guitarra nos podía dar la noche.

Era muy meticuloso con cada nota. Nosotros nos tomábamos alguna copa y nos cansábamos de esperar.

Santiago comenzaba entonces a cantar rancheras y yo lo acompañaba desafinándolo por completo.

La gente en el bar se reía y por consiguiente Pepe Montesdeoca se enfadaba aún mas.

Nosotros elegíamos tiendas de aceite y vinagre en lugares lejanos, como uno que estaba en la Atalaya de Santa Brígida. Era muy íntimo y solo acudían campesinos que trabajaban en los cultivos o ganaderías.

A mí particularmente me gustaban las folías y todas las canciones canarias, especialmente las interpretadas por Mary Sánchez que recuerdo que se escuchaba a todas horas en la radio.

 

 

 

¿Llegaban a pasarse de la raya en los días libres?

No puedo negar que en alguna ocasión cuando ganaba el equipo nos tomábamos algún ‘aperitivo’ de más, pero nunca olvidé que era un profesional y debía cuidarme.

El aficionado también debe entender que los futbolistas somos seres humanos y tenemos derecho a divertirnos alguna vez.

 

 

¿Le gustan las fiestas sociales?

Cuando son de algún miembro de mi familia que es numerosa, tengo la obligación de estar presente y suelo ir siempre que no este de viaje.

También cuando se trata de compromisos del club, dado que viene estipulado en nuestros contratos y somos la imagen de la institución.

 

 

¿Y los viajes?

No. En realidad no se puede decir que te vas de viaje cuando solamente ves el aeropuerto, hotel, campo de fútbol y poco más.

Las horas en los aviones y autobuses se hacen interminables. Si tienes una estatura como la mía puede llegar a convertirse en un viaje bastante incómodo.

Luego está el clima. En ocasiones he estado en Andalucía con un calor abrasador viéndote obligado a ducharte continuamente.

Por otro lado, en invierno en determinados lugares, te puedes llegar a congelar. Yo soy una persona muy friolera y lo he llegado a pasar realmente mal. Es en estos momentos cuando más añoras tu tierra y te das cuenta de la benignidad de su clima.

 

 

¿Qué lugares o países te han gustado?

De las islas todas, aunque suelo ir preferentemente a Fuerteventura.

En la geografía peninsular hay rincones muy bonitos como Mallorca, País Vasco y Sevilla, entre otros sitios.

Del extranjero, me gusta Portugal, Francia y Méjico.

 

 

 


 

VIAJE A SEVILLA CON LOS COMPAÑEROS DE EQUIPOS

 

 

 

 

 

 

 


 

 

VIAJE A MÉJICO

 

 

 

 

 


 

 

VIAJE A MARRUECOS

 

 

 

 

¿Le gustan los entrenamientos?

Cuando está finalizando la temporada y llevas mucha carga de partidos y viajes estás deseando que lleguen las vacaciones para aliviar la presión constante que tienes con los resultados. Sin embargo, en vacaciones cuando ya pasan tres semanas notas una sensación extraña y terminas aburriéndote.

Tu organismo te pide acción, el ajetreo del día a día, el contacto con los compañeros y el balón.

A todos los futbolistas suele pasarnos lo mismo. La nostalgia de calzarte de nuevo las botas, es muy frecuente en los que nos dedicamos a esta profesión.

 

Juanito Guedes firmando un autógrafo a un niño.

¿Cómo lleva la popularidad?

Todo en la vida tiene sus ventajas e inconvenientes.

Por regla general a todos nos gustan los halagos.

La popularidad me gusta cuando estoy con los compañeros y nos reciben con afecto y cariño. Los aplausos y el apoyo del público son fundamentales para el jugador y en ocasiones te llevan en volandas hacia la victoria.

Cuando saltas al campo y nos reciben con cánticos y aplausos sientes algo muy especial que te da gran fuerza y moral.

Me tengo por un hombre sencillo y tolerante, y siempre trato de ser agradable. Me gusta que vengan todos los niños a retratarse conmigo antes de los encuentros y no me importa firmar autógrafos o charlar con alguien aunque no lo conozca siempre que sea con educación y respeto. Pero todo en la vida tiene un límite. Hay determinados momentos que no puedes estar tranquilo con tu familia, y por momentos te ves privado de la intimidad que necesitas y todo ello te llega a incomodar y desear ser un ciudadano anónimo.

A veces me pregunto cómo habrán de ser las vidas de las grandes celebridades, como los astros de la pantalla o grandes personajes como Alfredo Di Stéfano, cuando se habla de su mal carácter.

Las veces que he tenido la oportunidad de saludarle brevemente, ha tenido para mí frases de elogio y cariño. Lo mismo puedo decir de Eusebio ´La Perla Negra’, que ha cenado en mi casa. Una persona encantadora.

Por momentos he llegado a pensar que todo lo que consigues en la vida es a costa de un alto precio, aunque ese no sea mi caso.

 

 

 

¿Estudias por las tardes?

No, como sabes terminé mis estudios en la Escuela de Comercio. Cada vez el fútbol es mas complicado y te ves obligado a dedicarle más horas.

Cuando ingresé en la U.D. Las Palmas, te limitabas a entrenar un poco por la mañana y ya cumplías.

Los entrenamientos de ahora y los cuidados del jugador no tienen nada que ver con los de antes. Este deporte se ha ido profesionalizando en exceso y un futbolista de cierto nivel no tiene tiempo para nada. Yo tuve que hacer el servicio militar viajando a cada momento. Muchas veces llegaba de viaje de jugar en el extranjero para incorporarme al equipo y tras el encuentro tener que regresar con la Selección militar a la concentración. ¿Cómo se puede estudiar de esta manera?

Por otra parte, mis funciones en el club no se circunscriben simplemente a jugar al fútbol, sino en colaborar en todo lo que puedo en favor de mis compañeros. También cuando tienes familia, debes pensar dónde inviertes el dinero, y estoy construyendo un edificio que me lleva mucho tiempo.

Por las tardes, después del almuerzo suelo dormir la siesta hasta las cinco. Luego, en los días libres suelo ir al cine con Aparicio y Mercedes, o con Tonono y Mary.

 

 

¿Se comenta que le gusta ir elegante y es algo exigente en cuanto a vestir se refiere?

Bueno, no es para tanto. De niño y en mi primera adolescencia, mis padrinos me llamaban mucho la atención, ya que en cualquier lugar que me encontraba con los amigos nos poníamos a jugar al fútbol y llegaba a casa con una pinta…

 

 

 

 

De mayor ya, no significa que te guste ir bien vestido, que es normal, sino que estás representando a un club que es nuestra seña de identidad más preciada y no me puedo permitir el ir desaliñado o mal vestido. Pero, como en todo, depende dónde te encuentres en ese momento.

En verano, si estoy en casa o en el sur suelo ir en zapatillas y en bañador pero, si salgo me gusta ir arreglado y cuidar mi imagen.

Con ello no quiero decir que esté de chaqueta y corbata. Me gusta vestir simplemente bien conjuntado.

 

Andres «El sastre» (primero a la izquierda) en compañía de Juanito Guedes y unos amigos.

¿Dónde suele comprar su vestimenta?

Por mi estatura, si se trata de trajes voy siempre a un amigo de Tamaraceite vinculado al Juventud y Porteño llamado Andrés, ‘el sastre’.

Es un excelente profesional que me hizo hasta el traje de mi boda.

Para todas las demás prendas de vestir vamos frecuentemente a Jero, que tiene su tienda en la calle Cano, y aunque puede parecer un comercio caro, a la larga es rentable, dado que toda la ropa es de calidad.

Jero era una antiguo seguidor del Marino y ahora de la U.D. Las Palmas. En ocasiones viajaba con el equipo y tanto para Georgina como para mí es como un miembro de la familia.

En los últimos tiempos también vamos a Chamali, una tienda de un amigo que está entre el estadio y el mercado central. Se trata de una ropa menos clásica.

Su propietario es un señor de la India y le apasiona el fútbol.

Suele invitar a la plantilla a sus instalaciones veraniegas en el sur y se ha convertido en un compañero más.

 

 

¿Eres creyente?

Como para no serlo. Desde niño mis padrinos me llevaban a la iglesia de los Padres Paúles en el Lomo Apolinario donde llegue a ser monaguillo.

Mis padrinos solían rezar el rosario todas las noches y siempre estaban organizando obras de caridad para la parroquia. Luego, me casé con una mujer como Georgina, que trabajaba en la iglesia de San Antonio Abad en Tamaraceite y que estaba a cargo del trono de la Virgen de Los Dolores.

Por si fuera poco, en mi llegada al club, Jesús García Panasco nos obligaba a ir a misa. Si estábamos concentrados en el Hotel Bandama, a principios de los sesenta, íbamos a la iglesia de la Concepción en el  antiguo casco de Tafira. Si por el contrario, la concentración tenia lugar en el Hotel Santa Brígida solíamos ir a la iglesia del Monte Lentiscal, que estaba justo detrás del hotel.

 

En la imagen, el Padre Ricardo (primero izquierda) en compañía de tres amigos sacerdotes y Luisito el enfermero, Juanito Guedes y su madrina Flora Guedes Guedes.
En la instantánea, al fondo, la puerta de entrada de Carmita «La Pastora». Forman en la foto, Georgina Ojeda, Flora Guedes Guedes, El Padre Ricardo con el primer hijo de Juanito Guedes en brazos, Obispo Infante Florido, dos compañeros mas y Juanito Guedes.

 

Cuando tu vida se ha desarrollado en este ambiente es muy difícil ser ateo o agnóstico.

No soy ningún santo, ni de estas personas que van todos los días a la iglesia, pero tengo fe en Dios, y hago lo posible por seguir sus mandatos, aunque no siempre lo consigo ya que a veces me sale un pronto y un carácter muy fuerte, sobre todo cuando se trata de defender los colores de mi equipo.

 

 

¿Te gustan las concentraciones?

Juanito Guedes, practicando una de sus aficiones favoritas: el billar.

 

No conozco a ningún jugador que en realidad le guste estar concentrado. Otra cosa muy distinta es que algunos las lleven mejor que otros

Somos profesionales y nos debemos al club que nos paga. Debido a ello, intentamos pasarlo lo mejor que podemos.

Algunos juegan a las cartas, otros al dominó, billar, tenis de mesa, futbolín…

Yo suelo jugar al billar, leer algún periódico o revista deportiva, escuchar la radio o simplemente hablar con los compañeros.

También son frecuentes las charlas y los paseos con el entrenador de turno.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En primer plano, Juanito Guedes pugnando por un balón en sus primeros años en la entidad amarilla.

 

 

 

 

¿Las vives con tranquilidad?

No. En un principio piensas mucho en el encuentro y te sientes atenazado por los nervios. Con el transcurso de los años adquieres una mayor experiencia olvidándote por momentos de la responsabilidad del encuentro.

Cuando nos trasladamos al campo los nervios se incrementan, pero una vez saltas al campo notas un gran alivio. La hora de la verdad ha llegado.

 

 

¿Es Usted un jugador duro?

No, pero voy con fuerza y contundencia al balón. El fútbol es un deporte de contacto y si entras con miedo o te arrugas ante cualquier contrario estás perdido.

Muchos aficionados comentan que los entrenamientos de los jueves con los clásicos partidillos ante equipos regionales, se emplean con excesivo ardor.

Mucha gente no entiende que los partidillos son ensayos de lo que vas a realizar el día del partido. Si entrenas a un 50 por ciento vas a rendir al mismo nivel el día del encuentro.

Tienes que practicar con intensidad y tomarte el partidillo en serio, pero con deportividad y buenas formas.

 

 

Algunos resultados son muy elevados y provocan ciertas fricciones y el enfado del contrario.

Todo jugador aspira a lo más alto y estos clubes de categoría regional y cuando tienen la oportunidad de jugar un encuentro en el Estadio Insular con el primer equipo y a puertas abiertas, en su afán de impresionar a los técnicos y público en general, a veces te da la impresión que están participando en una final europea.

Me parece lógico que estén motivados y te lo pongan difícil. Nosotros somos jugadores profesionales que vivimos de este deporte y una lesión puede significar perder el resto de la temporada.

Yo dialogo con ellos y les animo, pero también les digo que entren sin miedo, pero no por detrás y con mala intención, dado que he visto lesiones de compañeros y han sido momentos muy desagradables.

 

 

 

¿Es Tonono el jugador con el que más se compenetra dentro de la plantilla?

Tonono y yo nos conocemos desde la infancia.

Tonono es un chico muy humilde. Siendo en mi opinión el mejor libre de España, nunca hace ostentación de ello.

Cuando jugábamos en Tamaraceite, en el campo del Lomo de Juanito Amador. Él solía venir con equipos de Arucas a enfrentarse con el Juventud Tamaraceite y nosotros le correspondíamos al domingo siguiente en el campo de La Salle de Arucas.

Tenían un equipo extraordinario.

 

 

Casimiro Benavente en el Estadio Insular
Paco Campos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Luego, coincidimos en la Selección Juvenil de Las Palmas dos años consecutivos.

De mi debut con Casimiro Benavente al final de Liga, al suyo con Paco Campos, solo hay poco mas de media temporada. Ha sido mi compañero de habitación durante todos estos años y todo esto, en su conjunto, es natural que nos haya unido. Lo principal en mi opinión, es que nuestros valores en la vida son muy parecidos y hasta hemos invertido juntos en unos terrenos en la Playa del Inglés. Sin embargo, nuestro equipo es una gran familia.

Suelo ir más con Aparicio y Ulacia de vacaciones ya que a Tonono no le atrae la pesca. Por otro lado para Tonono, como mucha gente de Arucas, su ciudad es sagrada. No he visto a una persona tan arraigada a su municipio.

 

 

¿Qué representa para usted su familia?

Todo. Esta pregunta me la han formulado en reiteradas ocasiones y siempre respondo lo mismo.

Desde pequeño, a pesar de los continuos traslados, estábamos muy unidos, aunque solo vivía con mis padres y hermanos los veranos.

Mis padrinos (tíos) lo han sido todo en mi vida, y todo lo que soy se lo debo a ellos. En la actualidad, aunque casado, vivo en el misma casa y somos como una gran familia.

Georgina y mi hijo me dan enorme fuerza y moral. Cuando los resultados no van bien o tienes alguna adversidad, al llegar a casa y ver a mi hijo se me olvidan todos los problemas.

Otro bebé viene en camino y tanto Georgina como yo estamos muy ilusionados. En mi casa somos nueve hermanos y me gustaría tener familia numerosa. Siempre me han gustado los niños y nunca me niego a posar con ellos dentro del terreno de juego o cuando me solicitan para firmar autógrafos o cromos. Yo también fui niño y sé la ilusión y la alegría que sientes en ese momento.

 


 

VIDA EN FAMILIA, HIJOS Y ESPOSA

 

 

 

 

 

Nacimiento de Jorge Javier Guedes Ojeda. En las imágenes con su abuela materna y con su padre Juanito Guedes.

 

 

Juani Guedes Ojeda, en brazos de su padre.

 

 

 

Juani Guedes Ojeda

 

 

 

 

Georgina Ojeda.

 

 

 

 

 

 

Día de bautizo de Jorge Javier Guedes Ojeda.

 

 

 

 

 

 

 

 

Tia Carmen, su marido Juan, tias Mari, Flori, prima Chani y tia Saro.

 

 


 

 

PADRES ORGULLOSOS CON JUANI GUEDES OJEDA

 

 

 

 

Juani Guedes Ojeda

 

 

Carmen, Fefa, Flori y Saro.

 

 


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